El popular director James Cameron no disfruta ni de un minuto de respiro. Si hace dos años era acusado de plagiar “Avatar”, este lunes el canadiense ha vuelto a ser demandado por, presuntamente, copiar la idea al empresario Faan Qin de llevar a cabo una versión en tres dimensiones de uno de sus grandes éxitos: “Titanic”. De ser declarado culpable, el cineasta podría verse obligado a pagar la friolera cantidad de 1.000 millones de dólares, según ha informado el portal TMZ.
En palabras del conocido sitio web de celebrities, Qin es el creador de una exhibición llamada “Titanic: The Experience”, la cual está instalado en varios parques temáticos norteamericanos y busca acercar la tragedia del trasatlántico a los visitantes. Este sistema, al parecer, cuenta con algunas partes llevadas a cabo en tres dimensiones que habrían dado, según el empresario, la idea a Cameron de introducir una nueva dimensión en su largometraje.
Por ello, Qin interpuesto una demanda contra todo aquel que haya tenido alguna relación con la dirección o la producción de “Titanic 3”, una película que, aunque no hizo las delicias de los seguidores de la historia, sí recaudó millones de euros. Cameron, que se encuentra en plena preparación de la segunda y tercera parte de “Avatar”, podría verse obligado a indemnizar al demandante con una suma descomunal.