Toluca, Estado de México; 11 de noviembre de 2019.- La resistencia legal fue revocada viniera de donde viniera. El 17 de octubre -con música mexicana, helicópteros, banderas, sirenas y maquinaria pesada- el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo para iniciar las obras en la base aérea de Santa Lucía. Sin embargo, la determinación de los integrantes de los 12 pueblos de Tecámac es que mientras no haya consulta al interior de los pueblos, los aviones no volarán sobre el lugar.
Arturo Hernández, habitante de Tecalco e integrante de los 12 pueblos explicó en entrevista para AD Noticias, que aunque hayan empezado los trabajos, ellos mantendrán su determinación de parar la obra.
Manifestación de Impacto Ambiental (MIA)
La Manifestación de Impacto Ambiental que presentó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) generó desde el principio diversas dudas en torno al uso de agua.
Tanto académicos expertos como defensores de recursos naturales y derechos humanos, así como representantes de organizaciones sociales e integrantes de la comunidad coincidieron que la MIA debería ser rechazada “por constituir un proyecto carente de diversos estudios previos necesarios, por contravenir la legislación vigente, y por la ausencia de un plan de ordenamiento del desarrollo regional urbano que se corresponda con los impactos reconocidos, acumulados y residuales de la obra en cuestión, así como con los impactos que no son reconocidos en el informe final presentado por la Sedena y la UNAM”.
Actualmente, los integrantes de los 12 pueblos buscan que académicos honestos (en el entendido de que integrantes del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México colaboraron en la elaboración de la MIA) como los llama Arturo Hernández, lleven a cabo una revisión de esta manifestación, por lo que realizan foros de sensibilización con la comunidad académica, con el fin de involucrarlos y promover el análisis de este documento que, dice, es el único que tienen las autoridades para la construcción del aeropuerto.
La desinformación
Otro de los aspectos que los habitantes de la región buscan solventar es el de la desinformación que existe en las comunidades, Arturo Hernández considera que es una labor necesaria en términos de que muchos de los pobladores de la zona desconocen los impactos que se generarán con la ampliación de la base militar aérea a aeropuerto civil; informar es una tarea que han comenzado desde hace algún tiempo y que mantienen actualmente.
El aspecto jurídico
Los habitantes de los 12 pueblos interpusieron 10 amparos, explicó Arturo Hernández. Al menos en dos de ellos se alcanzó la suspensión provisional, sin embargo, ésta, como ya se conoce, fue levantada; lo mismo sucedió con los interpuestos por el grupo #nomasderroches, que insiste en continuar la construcción del aeropuerto en Texcoco.
Para este momento han realizado una ampliación de demanda para demostrar que es ilegal declarar alguna propiedad de la Secretaría de la Defensa Nacional como área de reserva estratégica, esperan la resolución de la demanda de amparo.
La consulta pendiente
A finales de mayo, en Zumpango se presentaron autoridades de la Semarnat y de la Sedena para resolver algunos de los cuestionamientos de la comunidad. Este ejercicio y otro anterior llevado a cabo en la región fue tomado por ellos como una consulta, sin embargo no es así, ya que los habitantes de la región solicitan que debe llevarse a cabo como lo indica el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, la cual de acuerdo a estándares internacionales debe contener, como mínimo los siguientes elementos:
- Garantía de buena fe durante el proceso de consulta.
- Consulta sistemática y transparente.
- Con carácter previo.
- Ejercicio libre.
- Al pueblo o los pueblos consultados se les debe proporcionar información basta y suficiente.
- Respeto a la cultura e identidad a los pueblos indígenas.
- Pleno reconocimiento de que en el proceso de consulta de los pueblos indígenas estos tienen derecho a determinar sus propias condiciones y requisitos, exigir que el proyecto se ajuste a su concepción cultural y puedan plantar alternativas al proyecto.
- Respeto a sus propias formas de generar consensos y de desarrollar sus argumentos y la interpretación de sus símbolos e imágenes a través de las cuales desarrollan su cosmovisión.
- Respeto los tiempos y ritmos que marcan sus propios procesos de toma de decisiones.
Mientras la oposición continúa, el trabajo para la construcción del aeropuerto de Santa Lucía está en marcha, como lo demuestra la compra de 304 hectáreas del ejido de Xaltocan, predios aledaños a la base aérea.
En un artículo publicado recientemente por Reforma se mencionó que ante la solicitud de información respecto a la compra de tierras ejidales, la respuesta fue que esta información está reservada, ya que “divulgar los acuerdo a los que se llegó con la comunidad indígena representa una amenaza para la seguridad nacional, pues dicha información puede ser utilizada por la delincuencia organizada para consumar delitos como espionaje, sabotaje, terrorismo, rebelión, traición a la patria o genocidio”.
Arturo Hernández dice que los integrantes de los 12 pueblos mantienen la determinación de detener la construcción de un aeropuerto que afectará su forma de vida y que va en contra del cuidadode los recursos naturales de la región.