Estimado lector, hoy abordaremos en dos entregas el por qué los malos resultados de nuestros atletas en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, Brasil, pues el problema, que en este caso se traducen en las medallas, es más complejo de lo que parece.
Podríamos decir, quizá, que todo se traduce a un tema de presupuesto o de dinero mal aplicado, sin embargo, se puede hacer al respecto las siguientes reflexiones:
En un estudio realizado por la revista Forbes, que analiza los presupuestos oficiales para el deporte en 20 de las naciones más importantes de América Latina, se midió la cantidad aplicada al deporte de alto rendimiento en infraestructura, programas de activación física, promoción, salarios y becas en el año 2015, y entre los resultados se encontró que, para ese año Brasil fue la nación latinoamericana que más destinó en el deporte, seguido de México, Chile, Colombia y Ecuador.
La potencia de América que más destina anualmente en este rubro es Estados Unidos, con más de mil millones de dólares.
Brasil invirtió 842.4 millones de dólares, básicamente en proyectos de infraestructura, apoyo para viajes, y preparación de atletas; además de la masificación de programas para activación física de la población.
Mientras que en México, se destinaron 233 millones de dólares, de los cuáles no se tiene un destino claro, y que incluso el Órgano Superior de Fiscalización ya había advertido de la falta de claridad en el manejo de recursos destinados a la CONADE.
Por su parte, Chile, que ocupa el tercer lugar con 213 millones, en esta ocasión tuvo un presupuesto histórico, y el 45 por ciento tuvo como destino final temas de organización e infraestructura de la copa América.
En cuarto lugar, Colombia, tuvo una inversión de 169.3 millones de dólares, pero recordemos que en los últimos años del gobierno colombiano ha decidido apostar por el deporte que los representa.
Otro punto a tratar al respecto, es la cantidad de recursos que se destinan a la CONADE para los deportes de alto rendimiento versus la Liga de Mexicana de Fútbol, por ejemplo, en el año 2014 se destinaron 399 millones de pesos a la CONADE, mientras que a la Liga se le aseguró un presupuesto anual de 250 millones de pesos.
Ahora bien, la realidad que enfrenta un atleta de alto rendimiento es que tiene que buscar y sufrir por conseguir, ya sea becas u otro tipo de patrocinio, para seguir con su actividad; mientras que un futbolista profesional de la Liga Mexicana gana alrededor de 250 mil pesos mensuales.
Continuará…