Cemex golea y exhibe a Femsa

Con la eliminación de uno, comienzan las odiosas comparaciones entre planteles, entrenadores, directivas, proyectos e incluso los muy importantes corporativos

Ya en otras ocasiones hemos escrito en este espacio sobre el “otro campeonato” que se vive en “regiolandia” y no hay duda de que cada torneo se torna más pasional que el de la propia Liga. Rayados y Tigres juegan aparte, donde el título más preciado es llegar más lejos que el odiado rival. NO ser campeón no es considerado fracaso, siempre y cuando su rival de la ciudad tampoco lo sea o se quede en la misma instancia. Y en su mundo tan particular, que nos guste o no a los chilangos es absolutamente irrelevante para ellos. Podemos estar de acuerdo o no, pero no podemos negar que este fenómeno es fascinante y allá se disfruta al máximo. 

Con la eliminación de uno, comienzan las odiosas comparaciones entre planteles, entrenadores, directivas, proyectos e incluso los muy importantes corporativos que son quienes manejan los destinos de los regios.  

Un capítulo futbolístico de “los ricos también lloran” es la historia de Rayados. Es hora de hacer un balance de caja para encontrar los motivos: ¿Falló el técnico, los jugadores o la directiva? El semestre pasado pasó algo similar, hubo cambios, inversión como nunca y peores resultados. La mayoría de los equipos se quejan de falta de presupuesto para contratar, en Rayados eso no es problema. Han sacado la chequera con singular alegría. ¿Qué ha fallado entonces? La elección. 

¿Quién es el encargado de elegir lo deportivo? El presidente. ¿Tenía la capacidad probada como directivo para ilusionar con éxitos inmediatos? La respuesta es NO. Más vale hacer un recuento de la historia. José Antonio Noriega fue un buen jugador, que en su momento debió llegar a jugar el Mundial 2002, pero Aguirre no lo pensó así. Luego, en los medios de comunicación lució como crack. Donde los problemas fueron recurrentes, fue cuando se convirtió en directivo.  

Casi desciende a Santos

“El Tato” fracasó estrepitosamente en su debut como director deportivo en Santos de Torreón, donde solo se pudo sostener dos torneos, donde terminó penúltimo y último ligar de la tabla, a pesar del apoyo de Grupo Modelo. Le dijeron adiós cuando en el Torneo Apertura 2006 el equipo lagunero no pudo ganar un solo partido en 14 juegos y se metió en muy serios problemas de descenso. El equipo terminó en el último lugar en aquel torneo, sumando apenas 11 puntos, cambió de técnico dos veces (Graniolatti y Daniel Guzmán) y nada pasó. Su salida provocó la llegada de Alejandro Irarragorri, que en ese momento se desempeñaba como vicepresidente del club de beisbol Vaqueros de La Laguna.

Intrascendente en Morelia

Rápido encontró acomodo en el Monarcas Morelia, equipo con el que también destacó en su etapa como futbolista. Escuadra que era una invitada permanente a la Liguilla. En el 2007, fue nombrado director deportivo y el equipo simplemente navegó en la medianía. En sus dos primeros torneos ocupó la posición 10 de la tabla general, que solo le alcanzó para llegar a la reclasificación. Al año siguiente, bajó a la posición 14. Su mejor posición fue la novena en la Apertura 2008. 

Tuvo tres técnicos: Marco Antonio Figueroa, luego llevó a José Luis Trejo como técnico del equipo y que salió por malos resultados, al que reemplazó por David Patiño y a este lo sucedió Luis Fernando TenaLa contratación de refuerzos fueron un fiasco: dos brasileños que resultaron verdaderos petardos y que poco o nadie recuerda por lo malos que eran; un volante ofensivo de nombre Wanderson da Silva y el delantero Marcio Antonio Batista Marcinho.  

De los jugadores que llevó Noriega en esa etapa con los michoacanos, el jugador mejor librado fue el central Mauricio “Pampa” Romero, ya que el uruguayo Gonzalo Choy fue otro troncazo en la lista de adquisiciones. ¿Usted los recordaba? 

Paga multa con Bravos

Después de más de 12 años de permanecer alejado del futbol como directivo, regresa por invitación de Guillermo Cantú, presidente de Bravos de Juárez en enero del 2020. “El Tato” Noriega aparece en un puesto “sui generis” ya que lo nombran director deportivo EXTERNO. Tiempos difíciles con un torneo suspendido por la pandemia, donde los resultados deportivos fueron lamentables, sus contrataciones un fiasco y el equipo tuvo que pagar multa. Su mejor posición fue la décimo tercera y en esa etapa desfilaron sin éxito varios técnicos: Luis Fernando Tena y Alfonso Sosa sucedieron a Gabriel Caballero que ya se encontraba cuando ambos llegaron.  

Por los malos resultados, Guillermo Cantú es despedido en mayo del 2021 y a su salida, de forma interina José Antonio Noriega asume el puesto para terminar el torneo en la décima sexta posición que no lo libra de pagar por ser el antepenúltimo de la porcentual. 

Entra por Davino

Lo que fue un rumor durante varias semanas en territorio regio se confirmó en noviembre del 2022. La salida de Duilio Davino y la llegada del “Tato” Noriega se confirma y empieza a tomar decisiones para los torneos venideros. 

Por principio de cuentas, ratifica a Víctor Manuel Vucetich en el cargo. Tienen una temporada espectacular que los lleva al liderato general: obtienen 40 puntos y le sacan seis al segundo lugar que fue el América. La derrota en semifinales ante Tigres les pega en el corazón y decide echar a Vucetich, enfocando de inmediato sus baterías a la contratación del “Tano” Ortiz, que “renuncia” a las Águilas luego de ser eliminado también en semifinales por Chivas.  

A pesar de las advertencias en el sentido de que Ortiz NO sabía jugar liguillas, Noriega se la jugó todo por él, y no solo eso: convenció a los dirigentes de FEMSA de sacar la cartera como nunca para hacer la contratación más cara de la historia de la Liga al traer al español Sergio Canales. Y además repatrian al “Tecatito” Corona, ya antes había llevado a Cortizo, Govea y Víctor Guzmán como refuerzos. FEMSA, echo la casa por la ventana para hacerse del título como obligación primaria. 

Lo que tanto le advirtieron a Noriega sobre “Tano” Ortiz sucedió cabalmente. Con todo a favor, fue eliminado de local en los cuartos de final de la Liguilla. “El señor de las semifinales” ni siquiera alcanzó la instancia a donde sí llegó Vucetich y fue despedido. El fracaso es monumental a nivel deportivo, a nivel económico y a nivel gerencial por sobre todo.

Malas decisiones, malos resultados

Los números son fríos y desnudan. En la toma de decisiones sobre la elección de un técnico en las que de alguna manera se ha involucrado Noriega en su etapa de dirigente, ya sea para retomar el rumbo o encargarle un proyecto, NO ha sido buena en cuanto a resultados. Con Santos, eligió dos veces y solo libró el descenso por una patraña de Doña Fede cuando le quitó puntos al Querétaro. En Morelia, tuvo tres técnicos y solo dos veces le alcanzó para reclasificación. En Juárez, sumó otros dos y pagó multa, y ahora en Rayados lleva uno: “el Tano”, a quien eligió luego de que echó a Vucetich y le fue peor que con el llamado “Rey Midas”.  

En aquel momento, las formas importaron más que los números. Hoy, todo indica que fue una mala decisión.  Vucetich hizo siete puntos más, ganó más juegos, anotó más goles, recibió menos y llegó a semifinales y lo eliminó el que resultó campeón y ahora fue el séptimo de la tabla. Con Ortiz se invirtió como nunca. El contrato completo de Canales costó por ahí de 30 millones de euros y los del Tecate, unos 20. Ni América o Tigres gastaron eso en dos jugadores.

Incongruencias

Si para algunos los números pueden ser relativos por las circunstancias, los dichos y las palabras desnudan. Al “Tato” le gustan los reflectores, cuando echó a Vucetich el argumento fue: “Monterrey tiene que buscar otras cosas, más protagonismo, la forma de hacerle daño al rival, necesitamos que nuestros GRANDES TALENTOS tengan esa oportunidad de agredir al rival”. Es decir, según Noriega, Rayados tenía mejores jugadores que técnico.  

Solo seis meses después, al ser eliminados por el modesto San Luis, “El tato” cambió radicalmente de discurso. Él así lo dijo: “En esta institución debemos ser exigentes, vamos a hacer un análisis a conciencia, profundo de quienes están aptos para darle al Monterrey las alegrías que merece la institución”. A quién se refería Noriega con estudio de aptitud: ¿solo los jugadores o también incluiría al técnico y directivos? ¿Dónde se escondieron esos “GRANDES TALENTOS” que aseguró existían cuando echó a Vucetich?  

No sería la primera vez que Noriega se equivocaba en su elección de técnico. En su pasado como directivo, con sus tres equipos anteriores, NUNCA obtuvo mejoras sustantivas, ¿o acaso un segundo lugar en la tabla general se debe considerar un logro dado la inmensa inversión? Para mí, NO. 

Contrastes

En contra parte a su labor como directivo, “el Tato” como comunicador fue muy exitoso. Como analista, “el Tato” es brillante, estructura muy bien sus ideas, es claro y directo como lo son muchos otros que a la hora de tener que dar resultados desde el escritorio han sido malos. A Noriega se le debe juzgar en su faceta de dirigente, no por su pasado como futbolista o su buen decir como comunicador.  

¿Noriega tenía los merecimientos para asumir un cargo de tanta responsabilidad como lo es Rayados que pelea un torneo aparte ante Tigres que es el mejor equipo de la década? Por supuesto que NO. Sus números son claros, no ha obtenido un título, una salvación, una mejora sustancial de posición en los diferentes equipos que ha tenido, que obviamente tenían diferentes objetivos y estructuras. Lo evidente es que con equipos que tenían y aspiraban a poco, logró nada, pero tampoco en equipos como Rayados, donde se tiene todo en abundancia. Eso es irrebatible. 

Culebro golea a Noriega

¿Cómo fue elegido para el puesto de dirigente sin un curriculum exitoso como tal?  Es un misterio sin resolver. Del otro lado, con sus acérrimos rivales los Tigres, en su misma posición, está Mauricio Culebro, él no fue futbolista ni analista, en Cemex no lo contrataron por su “buen decir”, sino por su buen hacer y evaluaron sus números como dirigente. En este rubro dirigencial, por números y resultados, los Tigres también están goleando a los Rayados. Los resultados y experiencia son muy notorias hasta en sus curriculums. 

Sobran las razones para confirmar que Rayados NO contrató a Noriega por sus logros como directivo. Sus fracasos en Santos, Morelia y Juárez están a la vista. Hay quien afirma que llegó a Rayados por amistad con Manuel Filízola, que tiene más de 30 años en FEMSA y es presidente del consejo de Rayados, aunque toma el cargo en febrero de este año, desde un año atrás, ya operaba al equipo sin que su función fuera oficial. No sabemos si ese fue el caso realmente, pero algo no cuadra en esa contratación.  

“El Tato” tiene buena prensa, sin duda, viene de los medios. Tiene un muy buen discurso también, pero no lo contrataron para analizar u opinar, sino para operar de manera exitosa al equipo con el mayor presupuesto de la liga y ahí, un año después, ha fallado con Rayados. El margen de error para él se acabó. No hay duda, se jugará su destino y cargo la próxima temporada.  

Tigres se llevó a Mauricio Culebro, NO por lo que hacía en la FMF, sino por lo que logró en el América, donde tuvo éxito probado. Con las Águilas, el egresado de economía reestructuró la manera de operar financieramente. Llevó a buen puerto las ventas a Europa de Lainez y Edson Álvarez, que les dejaron 30 millones de dólares al club, los cuales se invirtieron en refuerzos. En lo deportivo, tomó decisiones en contrataciones o bajas, le cambió la cara a las Águilas, que volvieron a ser protagonistas, luego del caos dejado por Michael Bauer y Ordiales y logró ser campeón de liga y Concacaf.   

Jóvenes contra viejos

En Tigres, a pesar de la loza de éxitos pasados que heredó a manos de Garza, Rodríguez y Ferreti, no solo cambió el modelo Tigre contratando jóvenes talentos como Lainez (23), Herrera (22), Ibáñez (29), Flores (20), Gorriarán (29), preparando y anticipando el cambio generacional y ya logró acrecentar el número de títulos que heredó tanto en varones como en la femenil, que son ya una leyenda.  

En Tigres, la filosofía de Noriega es distinta. Pues si bien llegó Guzmán (21), Govea (27) y Cortizo (27), muy pocos se explican cómo es que renovaron por cuatro años a un central zurdo como Sebastián Vegas que no fue titular indiscutible y también a Héctor Moreno, que está al borde del retiro a sus 37 años, súmele los 32 años de Sergio Canales y los 30 de Corona, que aún con calidad indiscutible, tienen un pasado con muchas lesiones y operaciones. Los jugadores mayores de 30 ya no tienen valor de recompra con ganancia para el club.  

Pero No siempre fue así. La década dorada de Rayados fue del 2003 al 2013, donde acapararon la mayoría de sus logros teniendo a Luis Miguel Salvador, otro exfutbolista, que a diferencia de Noriega tuvo éxito evidente, pues llegó a 7 finales, de las cuales consiguió 3 títulos así y al tricampeonato de la concacafal.  La de Tigres comenzó justo donde terminó la de los de FEMSA y continúa hasta la fecha. NO siempre los exfutbolistas fracasan en su etapa como directivo, hay de todo como en todo. 

Doehner vs Filizola

Si se analizara a los muy altos ejecutivos de Cemex y FEMSA, que son quienes han dictado el camino a seguir en lo que respecta a sus equipos, no hay manera de que Manuel Filizola compita en resultados con Mauricio Doehner. Ellos eligieron a quienes hoy toman las decisiones deportivas en Tigres y Rayados. Ellos han asignado los presupuestos de los equipos buscando resultados, ellos han palomeado los proyectos. Y hay un marcado contraste entre el éxito y fracaso, tanto en la rama varonil como la femenil, de los dos equipos regios.

No sabemos qué futuro le depare a Tigres en lo que resta de la Liguilla. Está en semifinales buscando ganar un “doble” bicampeonato; el de la Liga Mx, y el otro “bicampeonato” ya lo tienen. Ya ganaron otra vez el torneo de “regiolandia”, ya han llegado más lejos que su acérrimo rival. Y sirva de poco o no valga nada, les importe o no a los chilangos, eso es lo de menos. El aficionado de Tigres lo disfrutará y celebrará igual. Será una muy larga Navidad para los Rayados. 

“No he fracasado, he encontrado 10 mil soluciones que no funcionan” Thomas Alva Edison.