Vaya récord, realmente para los Guinness. El secretario de Asuntos Parlamentarios, Javier Domínguez —cuyo mote en la jerga política mexiquense es el del “diputado 76”— con la LXII extiende su singular marca de servir ininterrumpidamente a las últimas 12 legislaturas locales. Es un Matusalén legislativo que sabe más del proceso, reglamento y protocolo que cualquier titular de curul. Podrán cambiar los partidos, las personas o la correlación de fuerzas políticas, pero Javier es inamovible. Mantenerlo en el Poder Legislativo, casi a título de sherpa, cuesta a los contribuyentes 170 mil pesos mensuales más aguinaldo y vacaciones pagadas. Pocos en la entidad tienen ese tipo de salario.
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El Bando municipal de Acambay dice a la letra: Artículo 260. “Las atribuciones de las autoridades municipales de Seguridad Pública se regirán por la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la Ley de Seguridad del Estado de México, el presente Bando y las demás disposiciones vinculadas en la materia. La Presidenta Municipal ejercerá el mando de los cuerpos de Seguridad Pública”. Con la detención del director de Seguridad Pública, Eulises González Hernández, por vínculos con el crimen organizado, la alcaldesa priista Maribel Alcántara Núñez es insostenible. Ella lo puso allí y tendrá que asumir las consecuencias. El dinero y las relaciones políticas de su hermano Jesús no le alcanzarán para evitarlas y salir impune.
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Eulises no estaba al servicio de la mafia… ¡él era la mafia! En Acambay todo mundo sabía cómo el director de Seguridad extorsionaba a empresarios y comerciantes. “Derecho de piso” le llaman en el argot de la delincuencia, “paga para que no te pase nada”. Recolectaba cientos de miles por semana. ¿A dónde iba a parar ese dinero?
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Una de las empresas con las que el potentado evasor Ricardo Salinas Pliego opera en el Estado de México sus muy redituables negocios inmobiliarios de lujo es “London Desarrollos S. A. de C. V.”, actualmente a cargo del proyecto “Mazaua” en Valle de Bravo, donde el terreno más barato cuesta 20 millones de pesos.
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Carlos Campos, el desvergonzado dueño de Massive Caller que vende encuestas a modo al mejor postor, sigue facturando en el Estado de México, particularmente en Huixquilucan. Flaco favor le hace a la panista Romina Contreras colocándola como “la mejor alcaldesa del país”, porque cuando Massive Caller habla bien de alguien quiere decir que en realidad es todo lo contrario. Campos es en demoscopía y propaganda una especie de “Rey Midas”… al revés.
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