El Distribuidor Vial y la realidad alterna

Transitar por calles y avenida de Toluca se ha vuelto un viacrucis. La planeación y las obras históricas han rebasado el crecimiento urbano y la densidad poblacional se refleja en la enorme circulación de vehñiculos por sus arterias viales. Ninguna obra es suficiente, todas son necesarias.   Aunque empezó a operar con días de anticipación, […]

Transitar por calles y avenida de Toluca se ha vuelto un viacrucis. La planeación y las obras históricas han rebasado el crecimiento urbano y la densidad poblacional se refleja en la enorme circulación de vehñiculos por sus arterias viales. Ninguna obra es suficiente, todas son necesarias.

 

Aunque empezó a operar con días de anticipación, hoy fue inaugurado el Distribuidor Vial Avenida 5 de Mayo-Salvador Díaz Mirón, que deja tras de sí escenas de contrastes: la fotografía del recuerdo; la desesperación de automovilistas para llegar a su destino y el cierre de calles en avenidas aledañas; la insatisfacción de comerciantes de la zona que ven afectados sus intereses; y las opiniones de automovilistas inconformes por no cumplir las expectativas.

 

Lorena es una de las miles de automovilistas que transita todos los días por el cruce de cinco de mayo y las torres, justo donde hace unos días comenzó a funcionar el Distribuidor Vial. Narra a Alfa Diario que la obra ha contribuido a que disminuya el tráfico en la zona, pero no como se pensaba, ya que la idea era un posible ahorro de entre 20 y 30 minutos en sus traslados y hasta ahorita solo implica una reducción de solo cinco minutos; revela que en los primeros días se confío y llegó tarde a dejar a su hijo, que acude a una de las dos escuelas que se ubican en esas avenidas.

 

La señora Sandra nos comenta que para salir a la avenida Pino Suárez se sigue tardando entre 15 y 20 minutos, cuando se suponía que tendría que hacerse al menos diez porque estaría más despejada la carretera; a la problemática de los alrededores se suma la falta de señalamientos que avisen del cambio de sentido de las calles; también aquellos que indiquen a los vehículos  de carga pesada el impedimento para transitar por debajo y evitar que los padres de familia se estacionen en doble fila, lo que origina que en la zona persista el caos vial, agrega.

 

En un recorrido realizado por Alfa Diario, se pudo constatar que el distribuidor durante el día es muy poco transitado; entre las 15:00 y las 16:00 horas el tráfico se complica por la salida de los alumnos de dos escuelas en la zona, y la ausencia de agentes de tránsito y vialidad que pueda agilizar la circulación.

 

Uno de los vecinos mostró durante el recorrido, como una de las 117 luminarias del distribuidor fue averiada por un camión que no calculó sus dimensiones e intentó pasar por abajo, lo que provocó que se atorará con la luminaria.

 

El distribuidor, que forma parte de los compromisos del presidente Enrique Peña Nieto, representó una inversión de 260 millones de pesos aportados por el gobierno federal y tiene una  longitud de 895 metros. Cuenta con cuatro carriles de circulación para una afluencia de 28 mil vehículos diarios, según estimaciones oficiales; la vialidad conecta a los Municipios de Toluca y Metepec, permitiendo el flujo de 4 movimientos direccionales: al norte colinda con Paseo Tollocan, al sur con avenida Pino Suárez, al poniente con avenida Las Torres y al oriente con la salida a la Ciudad de México.

 

De acuerdo con las autoridades que Comunicaciones y Transportes, el distribuidor pretende liberar el intenso tráfico que se presentaba en las arterias de Salvador Díaz Mirón, 5 de Mayo y Benito Juárez, beneficiando a más de un millón de habitantes; sin embargo, a decir de comerciantes, vecinos y automovilistas de la zona, el tráfico continúa siendo pesado, “si ya es más fluido, pero a la hora de la entrada y salida de las escuelas, así como en la tarde el tráfico lo sigo viendo igual, hay ocasiones que se quedan parados hasta por cinco minutos”, nos comenta el señor Pedro que tiene una tienda al lado de uno de los colegios privados. 

 

Durante el acto inaugural se destacó que el distribuidor tiene entre sus virtudes, contribuir al  desarrollo socioeconómico de al menos 150 comercios,  entre ellos las 25 plazas comerciales y escuelas de la zona, la opinión de algunos entrevistados no concuerda con esta visión. Pequeños comerciantes aseguran que no les ha beneficiado en nada, ya que los vehículos circulan a gran velocidad y no les permiten el libre acceso a los negocios. 

 

“Casi un año sin que pudiera pasar la gente y ahorita igual, entonces tuvimos que endrogarnos para pagar la renta, considero que el dinero está mal invertido porque no ha traído el beneficio deseado este puente”, asegura Angela propietaria de uno de los negocios que se encuentran justo donde baja el distribuidor vial hacia Pino Suarez.

 

En pocas palabras, la realidad alterna es de quien vive, labora y transita por la zona como parte de su actividad cotidiana; para algunos usuarios del distribuidor vial como para vecinos los beneficios de la obra son muy pocos en comparación a la inversión y publicidad que se le hace.