México y su comida: tan diversa como deliciosa, con sabores que los mexicanos comprendemos al instante y que conquistan hasta los paladares más exigentes del mundo. Prueba de ello es que, en los últimos años, lugares tan auténticos como las taquerías han comenzado a figurar entre las recomendaciones de la prestigiosa Guía Michelin. Un ejemplo reciente es la taquería El Gran Abanico, un clásico de la alcaldía Cuauhtémoc en la CDMX
Con más de dos décadas de historia, esta taquería se ha convertido en el punto de encuentro para desayunos, comidas y cenas de los capitalinos. Pero también, en una parada obligada para turistas nacionales e internacionales que buscan comprobar si la fama en Google —y ahora, en Michelin— está bien justificada.

Una experiencia con sabor… y paciencia
Desde las 10 de la mañana, El Gran Abanico enciende su comal. A esa hora, ya hay quienes esperan el primer taco del día, observando cómo la carne chisporrotea al contacto con la plancha y cómo las tortillas reciben con orgullo su relleno.
Al mediodía, las filas comienzan a extenderse fuera del local. Unos 10 minutos de espera suelen ser necesarios antes de poder sentarse a comer. La atención es amable y ágil, pero el tiempo entre llegar y dar la primera mordida puede prolongarse. La recomendación es clara: ve con tiempo, no con hambre.

“¿Ahora sí, qué le preparamos?”
El alma del menú son, sin duda, las carnitas: costilla, nana, buche, cuerito, maciza y chamorro, cocinadas a la perfección, suaves, jugosas y servidas en buena proporción sobre la tortilla. Pero el abanico de opciones va más allá.
También puedes encontrar tacos de longaniza, chuleta, pechuga, cecina (enchilada o natural), e incluso costilla de res, todos a $31 cada uno. Las carnitas y el pastor también pueden pedirse por kilo ($380), mientras que el chamorro completo se ofrece en $250 y las manitas en $50. No faltan las quesadillas, que van desde las clásicas de sesos hasta las de carnitas, por $15.
Para acompañar, hay una variedad de guarniciones que elevan la experiencia: aguacate, cebollitas, crema, salsas, frijoles, nopales, papa, chicharrón y guacamole, con precios desde $35 por orden.
La oferta de bebidas incluye refrescos, cervezas, aguas frescas y micheladas a $45. Para cerrar con broche de oro, hay una selección de postres disponibles en $40.




Te puede interesar: Los tacos de carnitas en CDMX que conquistaron a la Guía Michelin
¿Michelin, quién?
El Gran Abanico abre sus puertas de lunes a domingo de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. Según el personal, el martes es el día con menor afluencia, ideal para quienes buscan una experiencia más tranquila.
El local cuenta con dos plantas, amplias y bien distribuidas. Uno de los factores que llamó la atención de Michelin fue la combinación de buena porción, excelente sabor y precios medios, que bien pueden dejarte satisfecho con tan solo dos tacos.
Eso sí, solo aceptan pagos en efectivo. Ni transferencias, ni tarjetas. Y aunque parezca que la recomendación internacional ha traído consigo un boom de clientes, lo cierto es que la mayoría de los comensales desconocía la mención de Michelin. El éxito del lugar, según testimonios recogidos en el sitio, proviene del boca a boca, las reseñas en Google y la viralidad en redes sociales.

Más que recomendación, una tradición
La fama de El Gran Abanico no nació con Michelin, pero sí se consolida con ella. Son más de 20 años de historia, de familias enteras regresando una y otra vez, de turistas que se convierten en clientes frecuentes y de un sabor que deja huella.
Esperar a que pase el «hype» puede ser inútil. Por el contrario, todo indica que esta taquería seguirá creciendo en popularidad. Y es que, al final, no es la recomendación lo que la llena… es su sabor.
El Gran Abanico se encuentra en Gutiérrez Nájera s/n, Tránsito, Cuauhtémoc, 06820 Ciudad de México, CDMX.

Aquí te dejamos una mini guía para llegar desde Toluca.
Si vas desde Toluca, puedes tomar el Tren Interurbano hasta Santa Fe. De ahí, súbete a un RTP rumbo a Balderas, camina a la estación de Metro más cercana y sube a la Línea 3 (Indios Verdes a Universidad). Haz transbordo en Hidalgo hacia la Línea 2 y baja en San Antonio Abad. Desde ahí, camina unas tres cuadras sobre la calle Gutiérrez Nájera. Llegaste.
Si decides irte en autobús, bájate en Observatorio y sigue el mismo recorrido desde Balderas. El tiempo aproximado de llegada es de dos horas. En coche propio, el trayecto toma cerca de una hora y media, dependiendo del tráfico.
Puede que el viaje suene largo, pero quienes ya fueron aseguran que vale cada minuto. Y si pruebas estos tacos de carnitas Michelin, no olvides contarnos cómo te fue. ¡Provecho!

Síguenos