Seúl, Corea del Sur .- El fantástico progreso económico y social de este país asiático no podría haber sido posible sin el inflexible combate a la corrupción en los sectores público y privado. Un par de expresidentes han sido juzgados y sentenciados por corruptos en los últimos años, también un par de vicepresidentes y un puñado de oligarcas. Aquí se terminaron los tiempos del capitalismo de cuates y la convivencia para el pillaje entre políticos y empresarios. El que la hace la paga, no importa de quién se trate. Eso ha levantado el ánimo y la confianza social del gobierno, gran incentivo para el desarrollo. El gran problema mundial es deontológico, no ideológico. Está claro.
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Por supuesto que Delfina Gómez es una buena persona, no hay duda. Son claras y manifiestas sus intenciones por gobernar lo mejor posible y hasta el límite de sus capacidades humanas y materiales. Lástima que algunos de sus colaboradores no lo entiendan ni lo atiendan, sencillamente parece que no les importa. A la gobernadora, es notorio, le falta equipo, gente más comprometida y sensible con las necesidades de la gente, sobre todo la más pobre, que es la que más necesita de la atención del sector público. Se está tardando Delfina en dar un golpe de mano y deshacerse del lastre de parásitos e incompetentes, muchos heredados y otros recomendados, de la administración estatal.
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Poco se ha reflexionado en voz alta, no sobre lo que dijo Higinio en el sainete de la asamblea informativa de Morena, sino lo que piensan sobre él, la rechifla que recibió y el estado de su liderazgo, Luisa María Alcalde y Andrés López Beltrán. Lo que la maestra Delfina, Horacio, Paco Vázquez y otros más opinan sobre él desde hace tiempo es bien sabido.
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La relación entre la gobernadora y su secretario de Educación es realmente fraternal. Delfina Gómez y Miguel Ángel Hernández Espejel son más que amigos, hermanos. Para darse una idea, la maestra Delfina suele pasar veladas los fines de semana en casa de Miguel. Quizá por eso la maestra es tan paciente con él, quien tiene la mejor actitud, pero se rodeó de una serie de canallas que no tiene remota idea de educación, pedagogía o de la Nueva Escuela Mexicana. La sacudida allí es urgente.
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El nombre de Nadiya Prysyazhnyk, mujer judía de origen ucraniano, aparece una y otra vez en las investigaciones en torno al presunto enriquecimiento ilegal del controvertido vocal de la Comisión del Agua del Estado de México, Armando Alonso Beltrán. Es una pena que el asunto haya escalado a tal nivel que involucra a su señora suegra como beneficiaria de depósitos a la cuenta 50048223594 de INBURSA.
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