La política del Estado de México nunca se explica por lo que se ve. Quienes más hablan suelen tener menos poder real. Malditas Dudas no busca certezas: abre la grieta por donde se cuela lo que el discurso oculta.
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No habla con claridad porque no puede. Ni su gira, ni su discurso, ni su silencio revelan su propósito: solo su movimiento. Y se mueve como quien quiere algo que aún no tiene.
- ¿Quiere poder para transformar, o solo para perpetuarse en el centro de la escena?
- ¿Busca dinero, contratos, posiciones… o venganza contra quienes lo desplazaron del Olimpo texcocano?
- ¿Apuesta a ser el sucesor de Delfina, o el obstáculo para quien lo sea?
- ¿Le interesa el proyecto de Morena o solo el rescate simbólico de su hegemonía perdida?
- ¿Puede alguien desear tanto sin saber exactamente qué, salvo no desaparecer?
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La Fiscalía incauta ranchos, los devuelve… y la mafia sonríe. El operativo parece más espectáculo que justicia. ¿Y si la sombra del poder trasciende detenciones?
- ¿Por qué operativos aseguran ranchos y predios —hasta 21 inmuebles en la zona sur— y luego varios son devueltos sin mayor sanción?
- ¿Qué significa que quienes deberían temer a la ley actúan como si nada cambiara, o hasta se regocijan en sus feudos?
- ¿Qué mensaje envía una Fiscalía que confisca propiedades ostentosas y luego las devuelve sin que el propietario desaparezca del sistema?
- ¿Estamos ante un fracaso de la restitución patrimonial, o ante una simulación que permite que la mafia no solo conserve territorio, sino que lo celebre en público?
- ¿Y si el verdadero operativo no era devolver o quitar inmuebles, sino teatralizar poder mientras lo real continúa intacto?
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MC no tiene pasado, pero gana espacio. Apenas gobierna, sin propuesta potente, y ya supera al PAN-PRI. ¿Será el sesgo cognitivo lo que lo impulsa?
- ¿Preferirá el elector un rostro nuevo sin historial antes que un viejo conocido con historial de desengaños?
- ¿Es el sesgo de novedad lo que explica que MC crezca sin liderazgo local arraigado ni programa claro?
- ¿Hasta qué punto rebasar al PRI y PAN es solo un efecto de fragmentación opositora más que triunfo real?
- ¿Qué sucede cuando el voto ya no busca coincidencias ideológicas, sino escape de lo familiar y corrupto?
- ¿Puede un partido que ganó sin ganar realmente convertirse en segunda fuerza sin haberse metido en el terreno duro de Edomex?
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No es fe, es indiferencia. Mientras niños palestinos mueren por bombas o hambre, la comunidad judía más influyente del país calla, prospera, celebra. ¿Eso también es identidad?
- ¿Cómo puede una comunidad con valores de memoria y justicia permanecer callada ante el exterminio de otros?
- ¿No les duele ver a niñas palestinas buscando agua entre ruinas, como alguna vez sus abuelas buscaron pan en campos de concentración?
- ¿Qué pesa más en Huixquilucan: la conciencia ética universal o la lealtad incuestionable a un Estado-nación que bombardea hospitales y escuelas?
- ¿Puede alguien rezar por la paz sin alzar la voz por la infancia mutilada en Gaza?
- ¿Hasta qué punto el privilegio residencial y económico se convierte en blindaje moral frente al sufrimiento ajeno?
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La verdadera política del Edomex opera en la sombra de grandes familias. ¿Y si ellas son quienes de verdad deciden?
- ¿Los Alcántara, con miles de millones en transporte y medios, están alineados con la 4T o apostando a su desgaste?
- ¿Cómo ha crecido el poder de los Monroy Del Mazo en obra pública, licitaciones y vínculos políticos sin haber perdido casi nada con la alternancia?
- ¿Qué papel real juegan los Funtanet, los Rivera Torres o los Peralta, que mueven dinero, contratos y silencios sin aparecer en discursos?
- ¿Cómo negocian estas élites con la 4T: por convicción, por cálculo o por necesidad?
- ¿Y si son ellos quienes realmente gobiernan desde antes que el voto, el discurso o la alternancia?
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No hay poder sin preguntas. Pero en el Edomex, las respuestas llegan tarde, mal o nunca. Tal vez porque quien verdaderamente manda no tiene necesidad de explicarse.
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