El proceso de integración del gabinete de la gobernadora Delfina se ha tornado enigmático

El proceso de integración del gabinete de la gobernadora Delfina se ha tornado enigmático
Se privilegiará a los perfiles técnicos sobre las trayectorias o influencias políticas.

Lo único seguro es que no hay nada seguro. El proceso de integración del gabinete que colaborará con la gobernadora Delfina se ha tornado enigmático, por definirlo de alguna forma. Solo ella sabe quiénes le acompañarán, dónde y por qué. El control de la información es sustantivo para evitar filtraciones y politiquería. Lo único que ha dejado escapar es su decisión de repartir la administración pública por cuotas y cuates. Se acabó, se privilegiará a los perfiles técnicos sobre las trayectorias o influencias políticas.

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Nadie con pasado borrascoso o señalamientos de corrupción podrá formar parte del nuevo gobierno. La reputación cuenta. Aquellos bribones que se relamían los bigotes y frotaban las manos, que se vayan formando en otra fila. Quizá, donde pudieran colarse a cobrar reintegro sea en las candidaturas.

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El gabinete legal será integrado mayoritariamente por mujeres. Por lo menos serán 9 las titulares de secretarías, todas con amplio reconocimiento académico o social. Mujeres de primera en posiciones claves.

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El «Grupo Atlacomulco» no era solamente una cofradía política, también era un consejo de negocios. No solo han perdido control del poder público, también la posibilidad de ganar dinero, mucho dinero, a través de la proveeduría al gobierno. Quizá esa sea la pérdida que más lamentan y les enardece.

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Al joven alcalde de Jilotepec se le ve físicamente muy desmejorado. Quizá su apariencia esté tan deteriorada como su reputación. La gente de ese bucólico rincón norteño terminó decepcionada con los resultados de su gobierno. Peor todavía, el crimen organizado ha sentado sus reales en esas tierras tradicionalmente pacíficas. Veremos como termina el muchacho Noguez que soñaba con reelegirse o brincar como diputado.