El antiguo sheriff de Arizona, Joe Arpaio, cuya oposición a la inmigración ilegal le granjeó el apoyo del presidente Donald Trump, alcanzó el martes un empate técnico en unas elecciones primarias del Partido Republicano con las que aspira a recuperar su antiguo puesto.
Arpaio, que llegó a definirse como «el sheriff más duro de Estados Unidos», quedó ligeramente por detrás de su antiguo jefe adjunto, Jerry Sheridan, en los primeros resultados de la contienda electoral a cuatro bandas.
Sheridan habría obtenido 122.094 votos, el 36,39% del total, mientras que Arpaio habría recibido 121.578 votos, el 36,23%, según el departamento electoral del condado.
En 2016, Arpaio, de 88 años, sufrió una aplastante derrota en su intento de obtener la reelección como sheriff del condado de Maricopa, un cargo que había ocupado durante 24 años. Dos años más tarde, perdió la carrera para ocupar el escaño que había dejado libre el senador republicano John McCain.
Arpaio se vio perjudicado por una serie de sentencias judiciales que dejaron a los contribuyentes locales una deuda pendiente de 146 millones de dólares.
En 2017 fue declarado culpable de desobediencia a la autoridad judicial por un juez federal que dictaminó que había violado intencionadamente una orden de 2011 que prohibía a sus agentes detener y encarcelar a motoristas latinos bajo la sola sospecha de estar en el país de forma ilegal. Trump perdonó a Arpaio antes de la sentencia, el primer indulto de su presidencia.
El ganador de las primarias se enfrentará en noviembre al demócrata Paul Penzone, el actual sheriff del condado de Maricopa. Penzone derrotó con facilidad a Arpaio en las elecciones generales de 2016.
Arpaio ha prometido continuar con las prácticas policiales que lo convirtieron en una figura controvertida en Arizona y en todo el país.
«Ser sheriff ahora es más importante que nunca con todo este caos en las calles», dijo a Reuters. «Es hora de devolver la ley y el orden al condado».
Las encuestas recientes muestran que Joe Biden, el candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, tiene una ligera ventaja sobre Trump en Arizona, un estado que no ha votado a favor de un candidato demócrata desde 1948.