Con Nacho Ambriz y Renato Paiva, don Valentín Diez abrió la cartera y comenzó una etapa en la que el Toluca volvió a aspirar seriamente a un título. En ambos proyectos llegaron buenos jugadores, pero bajo su mando no lograron explotar como se esperaba.
Con la llegada del Turco Mohamed, la historia cambió. Le bastó un solo torneo para encontrar la fórmula y devolver brillo a las vitrinas del club. No fue una casualidad: fue el resultado del trabajo de un técnico con rigor, carácter y la experiencia necesaria para potenciar a un grupo lleno de talento.

El ejemplo más claro es Alexis Vega: jugador despreciado por Chivas, señalado por su indisciplina y su bajo rendimiento físico. Bajo el mando de Mohamed, el capitalino recuperó su nivel y hoy es uno de los mejores futbolistas de la liga. La soltura, libertad y confianza que ha recibido lo convirtieron en pieza clave del campeonato escarlata.
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Otro caso es el de Jesús Gallardo, a quien el Turco conoce a la perfección desde su etapa en Rayados. En Toluca, ha sabido aprovecharlo en su faceta defensiva, dándole equilibrio y salida constante por la banda izquierda.

En apenas un torneo, Mohamed no solo reconstruyó un equipo: le devolvió identidad, carácter y competitividad. Justo lo que le faltaba al Toluca para volver a ser campeón.
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