En Chapingo no se estudia, se sobrevive

Lenin está a la mitad de su carrera de ingeniería en Sociología Rural, vive en una de las unidades habitacionales externas de Chapingo, donde se pagan 150 pesos de renta mensual y en la que, él y otros estudiantes, se organizan para hacerse cargo del mantenimiento y limpieza del edificio.   Otros muchachos viven dentro de […]

Lenin está a la mitad de su carrera de ingeniería en Sociología Rural, vive en una de las unidades habitacionales externas de Chapingo, donde se pagan 150 pesos de renta mensual y en la que, él y otros estudiantes, se organizan para hacerse cargo del mantenimiento y limpieza del edificio.
 

Otros muchachos viven dentro de la universidad en la modalidad de internado, sin embargo, con la huelga de los trabajadores académicos que estalló el pasado 21 de febrero se han suspendido algunos servicios: no tienen agua caliente y tampoco servicio de drenaje, aunque permanecen viviendo dentro de la Universidad. 

Chapingo es una institución cuya oferta educativa integra seis licenciaturas; Estadística, Economía, Redes Agroalimentarias, Agronomía en Horticultura Protegida, Administración y Negocios y Comercio Internacional; además de 21 ingenierías, todas ellas también relacionadas con temas agropecuarios.

El Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma Chapingo (STAUACh), según Armando López Ríos, secretario general del Sindicato emplazó a huelga en noviembre de 2018 a la universidad por revisión salarial, contractual y por incumplimiento de acuerdos desde 2017.

Los convenios a los que han llegado, como se indica en la información oficial de la Universidad de Chapingo, son muy específicos, por ejemplo, se ha acordado que la   Universidad proporcione el vestuario y calzado referido a la cláusula 54.4 del Contrato Colectivo de Trabajo o la entrega de los uniformes en tallas correctas, en cuanto al salario no hay acuerdo. 

Lenin es uno de los 11 mil 462 alumnos que ha interrumpido sus clases, otros sus procesos de titulación y algunos más sus proyectos, siempre relacionados con el trabajo agropecuario. 

La cercanía de los proyectos que se desarrollan en Chapingo son cercanos a la población rural; los temas que trabajan se prestan para eso, esto también impulsa una participación social importante. Ahora, el trabajo con estas personas también está detenido.

Hace dos días, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma Chapingo (STUACh) se unió a la huelga de los académicos, quienes tampoco llegaron a un acuerdo con las autoridades sobre un incremento salarial de 20 por ciento, el cumplimiento al concepto de homologación del 4.22 por ciento y el pago de 15 mil 100 pesos por vales de despensa.

Algunos trabajadores se han quedado en las instalaciones para preparar comida para los estudiantes que habitan en la universidad, aún cuando no se ha aceptado el incremento salarial que solicitan: 15 por ciento; las autoridades ofrecen 3.35, aun cuando la inflación anual fue de 4.83 en el año. 

Estudiar en la Universidad de Chapingo no tiene costo, dice Lenin, algunos egresados dicen que la educación se retribuye con el trabajo que se realiza con algunos campesinos. Hasta hoy no hay un acuerdo concreto, no se sabe hasta cuándo concluirá la huelga que tiene detenido al campus Texcoco, los 10 centros regionales universitarios y dos unidades regionales en estados como Veracruz, Yucatán, Zacatecas, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Morelia y Jalisco, a Lenin le preocupa su semestre pero considera que las demandas de los sindicalizados son justas.