Algo extraño —por calificarlo de algún modo— sucede en Ecatepec. La tendencia electoral ha cambiado insospechadamente y Alejandra del Moral prácticamente ha empatado a Delfina Gómez. La más reciente medición así lo advierte, aunque el alcalde Fernando Vilchis asegura tener otros datos. Lo cierto es que quienes siguen creyendo que Morena arrasará, están equivocados. El ánimo social está dividido. Vaya sorpresa.
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Entronizado “Alito” hasta el 2024, como se ha confirmado recientemente, las próximas candidaturas a diputados federales y locales, senadurías y presidencias municipales, estarán bajo su control. Será él quien lleve la mano para premiar a sus aliados mexiquenses, independientemente del resultado de junio próximo. El majar de la representación proporcional está en su plato y sólo él podrá convidar a quien desee.
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En Morena tienen claro que perdieron en 2017 la gubernatura porque no hicieron bien las cosas en la defensa del voto. Hubo casillas en las que no tuvieron representantes, ya sea por abulia, incompetencia, negligencia, sabotaje o traición. No pueden volver a fallarle a su candidata ni a sus electores, ese es el gran desafío.
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Las historias que se cuentan sobre el alcalde de Tlalnepantla son francamente repugnantes. Convertido en cacique regional a fuerza de billetazos, el siempre polémico Tony Rodríguez se cree factótum de la elite priista a partir de aquel axioma de <<el que paga… manda>>. Es de cangrejos.
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El enfoque del rectorado de Eduardo Barrera ha sido administrativo. El mayor esfuerzo lo ha centrado en nivelar números. Sus dos primeros años fueron dedicados a sanear deudas, reducir gastos. Hoy, claramente su hoja de Excel se ve mejor. Se avecinan los tiempos políticos, veremos que tiene preparado.