Foto: Redes Sociales
A pesar de la petición de las autoridades de los tres niveles de gobierno de evitar las concentraciones masivas como parte de las medidas implementadas para evitar la propagación del COVID-19, en San Lorenzo Totolingo, municipio de Naucalpan, realizaron la representación del Domingo de Ramos con aparente normalidad.
A través de redes sociales se observa que se lleva a cabo de manera normal este episodio representativo de Semana Santa, pese a que la misma Iglesia católica hizo un llamado a sus fieles para quedarse en casa.
Incluso José Antonio Fernández Hurtado, arzobispo de Tlalnepantla, convocó a sus feligreses de los municipios que integran esta Arquidiócesis (Tlalnepantla, Naucalpan, Atizapán de Zaragoza, Huixquilucan, Jilotzingo e Isidro Fabela) a seguir la ceremonia litúrgica por internet.
El sábado, el gobierno municipal que encabeza Patricia Durán, a través del Consejo Municipal de Emergencias para la Atención del COVID-19 determinó adoptar medidas extraordinarias para contener la propagación de coronavirus, en atención a las disposiciones de las autoridades sanitarias.
Entre ellas se estableció que hasta el 30 de abril quedaban suspendidas las actividades religiosas y de culto público en cualquiera de sus modalidades, cuya capacidad de aforo represente un riesgo sanitario, como procesiones, peregrinaciones, representaciones, festividades y eventos masivos.
Sin embargo, poco pareció importarle esas medidas a la parroquia de San Lorenzo Totolingo y a sus feligreses. Si bien en las imágenes difundidas en redes sociales no se observa la presencia de público, la sola representación de este pasaje bíblico podría considerarse como un presunto desacato a las disposiciones tanto del gobierno como de la propia Iglesia.