El Bosque dentro de la cultura Otomí es un elemento sagrado que conforma uno de los pilares fundamentales de su cosmogonía, representa la piel (xi) de su casa (ngu) es decir, la madre tierra. Lugar que alberga flora y fauna, considerados sagrados dentro de la existencia otomí, además de poseer manantiales que abastecen de agua a buena parte del municipio de Temoaya, este bosque ha sido despojado de sus árboles por la tala clandestina e inmoderada que se ha venido generando desde hace más de dos años.
Pedro Ávila de la Cruz Hernández, el representante del Consejo Regional Otomí en Defensa del Bosque es quien comenzó los trabajos de denuncia y promovió la conformación del consejo así como el trabajo de divulgación de los hechos de tala clandestina en la zona de Jiquipilco el Viejo, pueblo ubicado a unos 15 minutos del centro del municipio de Temoaya. Su lucha “Leal, justa y digna para defender sus bosques” se ha visto opacada por la nula atención que las autoridades han prestado al asunto.
Por tal situación el Consejo Regional Otomí en Defensa del Bosque realizó el pasado sábado 20 de mayo el Encuentro Cultural por la Defensa de Nuestros Bosques en el que se convocó a diferentes grupos que han venido caminando en este tipo de movimientos para la defensa de los bosques así como a la población de Temoaya y Toluca para brindar su apoyo a la comunidad. Además de haber enviado una invitación formal al presidente municipal de Temoaya Apolinar Escobedo quien no se presentó ni ha tenido alguna respuesta para los integrantes del consejo por las denuncias que se han hecho para detener la tala de su bosque.
La situación se encuentra en un momento crítico, se observa un bosque talado, estéril ya que los camiones encargados de transportar la madera “ya no llevan los troncos grandes y frondosos que transportaban al principio pues ya se los acabaron y ahora están talando los árboles jóvenes”, según los integrantes del Consejo se han realizado intentos para detener la tala sin embargo han sido nulos ya que las personas encargadas de dichos actos van armadas y con supuestos permisos emitidos por otros municipios del Estado de México. Estas acciones dicen, se realizan en la clandestinidad de la noche y muchos de los vehículos que transportan la madera tienen placas del estado de Guerrero.
Esta situación se suma a diferentes denuncias y llamados que otros grupos de pobladores del municipio han venido haciendo al gobierno estatal y municipal como el de la Comisión Rancho Cordero y las denuncias por los cambios de uso del suelo que el municipio realiza sin informar a sus habitantes, que están acarreando un disgusto generalizado de la población temoayense por las negligencias que está presentando la administración de Apolinar Escobedo y a las cuales no se les ha dado respuesta alguna. Entre los pobladores se comenta que “las autoridades municipales o ejidales han permitido el paso de los talamontes pues una persona ajena no entra a la casa de uno sin su permiso y es por esto que esas personas siguen causándonos daños a nosotros”
En el festival se expusieron las tareas a realizarse y el tipo de coorganización que se llevará a cabo en los próximos días por diferentes colectivos de Estado y la Ciudad de México que estarán brindando ayuda a los pobladores de Jiquipilco además de asesoramiento legal y conformación de brigadas para monitorear las acciones del municipio en cuanto al caso de la tala clandestina. Finalmente se ha convocado a una reunión el próximo viernes 26 de mayo a la cual asistirán representantes de otros municipios de la región circundante a Temoaya como Otzolotepec y Jiquipilco que ya han comenzado los diálogos para tratar el tema de la defensa de los bosques otomíes, la cual habrá de realizarse a las 11 de la mañana en el en el Centro Ceremonial Otomí.