Toluca, México; 8 de marzo de 2019. Juan es un hombre de la tercera edad que ha intentado obtener el apoyo que el gobierno federal ha ofrecido, pero los mecanismos para lograrlo no son muy claros, tan es así que fue víctima de fraude por parte de dos personas que se hicieron pasar por funcionarios públicos: lo abordaron en la calle y le dijeron que su nombre aparecía en una lista y que le entregarían la tarjeta con la que podría cobrar.
Juan fue a su casa para darles la credencial de elector que le solicitaron; fue con ellos, dejó la puerta entreabierta mientras buscaba sus documentos; cuando regresó, los supuestos funcionarios ya estaban en sus sala; le pidieron ir también por su CURP y él los volvió a dejar solos.
El hijo de Juan entró y ellos le explicaron que le entregarían su tarjeta, que la traían en el auto: el auto blanco en el que venían cuando lo abordaron en la calle para darle un nombre y preguntarle si lo conocía; ellos no volvieron, se llevaron su teléfono, su dinero y su credencial de elector.
Juan no se llama Juan pero no quiere dar su nombre porque tiene miedo de que quienes le quitaron su dinero y su teléfono tomen represalias; ahora no tiene su apoyo económico ni su tarjeta ni su dinero, presentó una denuncia que no ha tenido avance, también perdió la confianza.
El programa pensión para adultos mayores, según la información oficial, se entregará mediante transferencia electrónica, “Sedesol proporcionará a los beneficiarios una tarjeta electrónica, en donde se realizarán depósitos bimestrales”. Los apoyos económicos mensuales serán de 580.00 pesos para personas adultas mayores.
El caso de Juan no es único, la vulnerabilidad existe por acumulación de desventajas, el grupo que es vulnerable tiene una mayor posibilidad de presentar daños por sus propias características y los adultos mayores lo son por varias razones, algunas de ellas son sus condiciones sociales, culturales y físicas y, ahora, a todas ellas se agregan factores externos como la delincuencia y el engaño.