Integrantes del equipo de lucha de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) rompieron el silencio para denunciar a su entrenador por acoso sexual.
Según los testimonios de tres alumnas y un alumno, el gimnasio donde antes enfrentaban rivales se convirtió en un espacio de hostigamiento, abuso de autoridad y acoso sexual.
Las denuncias de los cuatro, dos de ellos egresados desde hace más de un año, van desde posibles insinuaciones inapropiadas a mujeres del equipo, tocamientos y violencia en los entrenamientos, incluso cuando el cuerpo pedía descanso por las lesiones.
“No podíamos más, yo tuve que entrenar con una lesión en el tobillo y hasta hoy no me deja de molestar, un año después”, confiesa el joven egresado el año pasado de la Facultad de Ingeniería, quien decidió dejar el equipo en 2023.
Otras dos alumnas en activo, de la licenciatura en Cultura Física y Deporte de esta institución académica, continúan entrenando, pero ya no bajo la dirección de a quien acusan.
El entrenador, aseguran, cruzó límites que nunca debieron ser tocados.
“Te das cuenta de que lo que pasa no es normal, pero nadie se atreve a hablar. Tiene el respaldo de la universidad porque gana medallas”, explicó una de las denunciantes.
La máxima casa de estudios en el ojo del huracán
La UAEMex no tardó en reaccionar y, de acuerdo con información de la institución, el entrenador se separó del cargo por decisión propia, para permitir que las investigaciones avancen sin interferencias.
Además, la UAEMex reiteró su política de cero tolerancia hacia cualquier tipo de violencia, sin importar de quién venga, aunque también dejó claro que respetará la presunción de inocencia mientras no haya pruebas concluyentes.
También se explicó que este caso no corresponde al órgano interno, donde las alumnas presentaron su denuncia, sino en la oficina de la abogacía universitaria, y las autoridades aseguraron que revisan este caso con total seriedad.
De acuerdo con una de las jóvenes universitarias, la denuncia se presentó también a la Fiscalía Especializada en Delitos de Género, donde buscan que se reconozcan las afectaciones sufridas.
Para iniciar este proceso, ellas tienen el respaldo y la orientación de la Fundación Tamara Vega, organismo que apoya con asesoría legal y terapia psicológica a deportistas víctimas de acoso en el país.
Producto de este acompañamiento, una de las jóvenes solicitó una orden de alejamiento para evitar cualquier contacto con el entrenador, mientras se define su situación.
División en el equipo
El equipo de lucha, compuesto por cerca de 30 estudiantes, parece fracturado. Por un lado, están quienes alzaron la voz. Por otro, los que respaldan al entrenador, a quien ven como un líder que ha llevado a la disciplina a obtener las mejores marcas en competencias nacionales.
No obstante, para las denunciantes, los éxitos deportivos no deberían servir como una cortina de humo. “No importa cuántas medallas gane, nadie debería pasar por esto”, argumentaron.
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