La sesión del Instituto Nacional Electoral de este miércoles, tuvo diversos ingredientes; por un lado, el cambio en la distritación electoral, que abre una batahola por dejar que en 28 distritos se determine la participación política “por usos y costumbres” y, por el otro la denuncia en torno a la entrega de dinero en el Estado de México, durante una etapa crucial para el destino de la entidad.
Horacio Duarte Olivares, representante del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), acusó la intervención de funcionarios federales, particularmente Rosario Robles Berlanga, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), quien funge como “jefa de campaña” del PRI al desplegar "acciones ilícitas" con una intención de influir en las preferencias electorales, como es la entrega de la tarjeta de Banorte, donde se deposita a los beneficios entre dos mil 200 y tres mil 500 pesos.
En su exposición, dijo que “no se puede permitir que el Estado de México esté, como pareciera ser tradición, sujeto a que el dinero determine el resultado de la elección”. Pidió al instituto que participe más para evitar “la entrega cínica y burda de dinero” a los ciudadanos con el pretexto de entregar los beneficios de programas sociales, y citó a otros funcionarios más involucrados en estas acciones. Francisco Gárate Chapa, representante del PAN, se sumó a lo señalado por Duarte y pidió al INE que garantice la neutralidad en el uso de recursos públicos, para que no se haga un uso faccioso de los programas sociales.
Jorge Carlos Ramírez Marín, del PRI, se confrontó con Duarte, porque el priísta le quiso llamar la atención cuando éste calificó de “basura” una foto presentada por el representante del PVEM, Jorge Herrera de supuestas despensas con el logotipo de Morena.