El 12 de diciembre es un día de peregrinaje, de visitas a templos –especialmente marianos y guadalupanos–, y demostraciones de fe que disminuyen año con año.
Ante la pregunta «¿Se ha perdido la fe?» El padre Fray Jorge Bautista Monroy de la Orden de San Agustín reconoció que la fe no se ha perdido, pero “se ha colocado en otros campos. Algunos han dejado de creer en el cristianismo” en referencia a la conversión de muchos católicos a iglesias protestantes.
Además, reconoció que después de la pandemia de covid-19 “mucha gente dejó de venir (a Chalma) y otros apenas se integran”.
Para Janeth Arévalo, feligrés de Santiago Tianguistenco, “antes había juego, kermés, palo encebado, más atracciones. Ahora ha bajado más y aunque ya no se hace como antes, sigue la fe”. Afirma que la gente ya no se ha allegado a la Iglesia.
La disminución no solo es de perspectiva. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, el catolicismo, que llegó a alcanzar el 99% de la población mexicana entre 1895 y 1910, disminuyó de 82.7 a 77.7 % en 10 años.
Por su parte, de acuerdo con análisis de la revista Nexos, las iglesias protestantes ganaron terreno, al pasar de 3.2 % en 1980, a 7.3% en 2000, y 11.2% en 2020.