Ferguson busca volver a la tranquilidad

Con un aspecto casi fantasmal, la localidad de Ferguson, Estados Unidos intentó hoy retomar la normalidad, tras dos noches de disturbios  por la decisión de un jurado de no imputar al policía  blanco que mató a tiros al joven negro Michael Brown.  Cubiertas por un manto blanco de nieve que empezó a caer al mediodía, las calles de ese suburbio de San Luis, en el estado de Misuri, estuvieron hoy prácticamente desiertas, en la víspera de la celebración del tradicional Día de Acción de Gracias en el país.  Esa aparente calma, provocada quizás en parte por el intenso frío que
noviembre 26, 2014

Con un aspecto casi fantasmal, la localidad de Ferguson, Estados Unidos intentó hoy retomar la normalidad, tras dos noches de disturbios  por la decisión de un jurado de no imputar al policía  blanco que mató a tiros al joven negro Michael Brown. 

Cubiertas por un manto blanco de nieve que empezó a caer al mediodía, las calles de ese suburbio de San Luis, en el estado de Misuri, estuvieron hoy prácticamente desiertas, en la víspera de la celebración del tradicional Día de Acción de Gracias en el país. 

Esa aparente calma, provocada quizás en parte por el intenso frío que azotó una localidad de 20.000 habitantes, en su mayoría afroamericanos, llegó después de que al menos 45 personas fueran detenidas la pasada madrugada durante la segunda noche de protestas. 

Además, las fuerzas del orden requisaron dos armas y un coctel molotov, precisó hoy el jefe del condado de San Luis, Jon Belmer. 

No obstante, la noche del martes resultó menos violenta de lo previsto en la céntrica avenida de South Florissant, epicentro de las protestas desde el 9 de agosto pasado, cuando el policía Darren Wilson acabó con la vida de Brown, quien había robado una cajetilla de cigarrillos, en circunstancias aún por esclarecer públicamente. 

En esa calle se alza el Departamento de Policía de Ferguson, habitual punto de concentración de los manifestantes. 

La apabullante presencia de la Guardia Nacional, una fuerza militar de reserva que movilizó más de 2.000 efectivos, impidió una repetición de los graves altercados del lunes, cuando más de 80 personas fueron detenidas, una docena de edificios ardieron en llamas y se registraron saqueos y disparos al aire. 

Esa violencia estalló horas después de que el jurado investigador decidiera no imputar a Wilson por la muerte de Brown, cuya familia volvió hoy a cuestionar con dureza el veredicto. «Escuchamos eso (el veredicto) y fue como haber recibido un disparo. Como si usted me tiroteara ahora. Nada de respeto, ni de comprensión. Nada», dijo la airada madre del joven, Lesley McSpadden, a la cadena televisiva CNN. 

Salvo algunos vehículos policiales o todoterrenos de la Guardia Nacional aislados, la presencia de las fuerzas de seguridad brilló hoy por su ausencia en Ferguson, aunque en la aledaña ciudad de San Luis tres personas fueron detenidas cuando simpatizantes de Brown forcejearon con la Policía en un intento de acceder al Ayuntamiento. 

Numerosos establecimientos seguían hoy cerrados y protegidos con paneles de madera en la pequeña localidad, si bien algunos decidieron abrir sus puertas para recobrar una cierta normalidad. «No hay nada que temer más que al propio miedo. Hay más cosas positivas en esta ciudad que ese campo de batalla en el que se ha convertido», declaró a Efe Suz Pratt, quien regenta una peluquería a pocos metros del Consistorio de Ferguson. 

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