Fiscalizará SAT limosnas de la Iglesia

Ni las Iglesias se salvarán de que el Servicio de Administración Tributaria les ponga lupa. Por ello, las asociaciones religiosas tendrán que modernizar su contabilidad e informar al SAT de sus ingresos de manera digital. A partir del 1 de septiembre, deberán llevar de manera electrónica su registro analítico de operaciones de ingresos y egresos […]

Ni las Iglesias se salvarán de que el Servicio de Administración Tributaria les ponga lupa.

Por ello, las asociaciones religiosas tendrán que modernizar su contabilidad e informar al SAT de sus ingresos de manera digital.

A partir del 1 de septiembre, deberán llevar de manera electrónica su registro analítico de operaciones de ingresos y egresos junto con la documentación comprobatoria correspondiente.

De acuerdo con la Resolución Miscelánea Fiscal para 2014, también deberán expedir comprobantes fiscales simplificados electrónicos, como ocurre con el resto de los contribuyentes del País.

Anteriormente sólo tenían que llevar contabilidad manual por si el SAT se lo requería.

Según Microsip, desarrollador de soluciones tecnológicas, este nuevo comprobante fiscal puede ser una factura global diaria, semanal o mensual por todos los ingresos donde el donador no es identificable.

Esto aplicaría en las ofrendas, diezmos, primicias y donativos que reciban en las celebraciones de culto público o que sean depositadas en alcancías o canastillas.

A partir del 15 de febrero de 2015, estas asociaciones deberán presentar su Declaración Informativa Múltiple (DIM), que incluye sueldos de sus trabajadores, así como nombre y RFC de las asociaciones religiosas y monto de los donativos.

Aristóteles Núñez, jefe del SAT, afirmó que todos los contribuyentes del País tienen que entrar al esquema digital.

"Antes su obligación (de las asociaciones religiosas) era una contabilidad manual, y ahora será electrónica (…) En ese régimen lo que cambia es la forma", dijo.

Efrén Velázquez, líder de la Iglesia Anglicana de México y director ejecutivo del Consejo Interreligioso de México, expuso que hace falta información sobre el cambio.

En tanto, para Hugo Valdemar, vocero de la arquidiócesis de México, las nuevas obligaciones serán difíciles de cumplir, pues están alejadas de la realidad que viven muchas iglesias en México.

"Nos parecen cambios insensibles, fuera de lugar, y pensamos que no es posible que se nos quiera dar trato como de empresas cuando las asociaciones religiosas tienen una naturaleza distinta.

"Volvemos al tema del recibo electrónico. Las iglesias que están en la sierra o en zonas alejadas no están en posibilidades de cumplir con eso", dijo.

En contraste, Andrés Hernández, Obispo de la Iglesia Metodista de México, indicó que su organización ya se está capacitando.

"Lo complicado ha sido adaptarse en poco tiempo, pero definitivamente creemos que no tenemos nada que ocultar y estas medidas evitarán el ingreso de fondos nada saludables", sostuvo.

Reportan carga administrativa

El Padre Pablo Pedrazzi, secretario ejecutivo de Relaciones Institucionales de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), indicó que para las Asociaciones Religiosas (AR) el nuevo sistema fiscal está presentando una enorme carga administrativa.

"¿Qué está reportando para las AR?, una enorme carga administrativa, sobre todo para aquellas que están en lugares de difícil acceso, que están en la sierra o en pueblos, que no tienen suficientes recursos económicos ni humanos para poder acceder a estos sistemas, entenderlos, llevarlo adelante", comentó al respecto.

La Iglesia católica, informó, está intentando modernizar los sistemas y mediante asistencia profesional introducir los cambios necesarios de manera gradual, aunque hay otras AR, las más grandes, que ya operan con el sistema electrónico.

En el caso de la fiscalización de los donativos y limosnas, Pedrazzi corroboró que se contabilizan todas las entradas, pero que, debido al anonimato de las limosnas recibidas en canastillas o alcancías, se informa sólo del monto general de esto.

Sin embargo la resolución del régimen de las AR no les cayó de sorpresa; ya lo veían venir desde la entrada en vigor de la reforma fiscal, en enero de este año, puesto que el nuevo sistema fiscal afecta a todos los contribuyentes, incluidas las personas físicas y asociaciones religiosas.

Por otro lado, la modernización de la contabilidad de las asociaciones religiosas no se traduce en un mayor cobro de impuestos a las asociaciones religiosas.

(Con información de Reforma)