Toluca, Méx.- De la mano del medallista paralímpico, Adrían Paz, quien funge como su entrenador, Gloria Zarza Guadarrama se encuentra lista de cara a la competencia deportiva más importante que ha tenido en toda su vida, los Juegos Paralímpicos Río 2016.
Con la cita marcada para el 10 de septiembre, cuando participará en impulso de bala clasificación F54, Gloria escucha con atención cada una de las indicaciones que no sólo le indican la técnica, sino que la adentra en la estrategia que deberá de usar en su gran día.
Segura del trabajo y la experiencia de su entrenador, la lanzadora mexiquense asegura que “el objetivo es estar en el pódium, traer una medalla. Me han dicho muchas personas que con el simple hecho de ir, ya soy ganadora. Pero no, yo quiero ir y estar en el pódium”.
La oriunda de Zinacantepec recuerda que su acercamiento al deporte, fue por motivos de vanidad y salud, por querer perder peso y no tener “llantitas”. Decidió acudir a la Ciudad Deportiva Juan Fernández Albarrán y fue ahí donde le comentaron que había un gimnasio paralímpico, donde conoció a Ricardo Robles, quien le platicó de los lanzamientos y aunque al principio no le gustaba la idea, acabó por ser parte fundamental de su vida.
“Llevo tres años en el deporte, fue algo muy rápido, he batallado mucho ir y venir rodando, ha sido muy pesado pero me siento contenta y motivada de estar en mis primeros juegos y sé que es por el trabajo y la constancia”.
Los objetivos de Gloria han crecido conforme avanza a pasos agigantados su carrera deportiva. Y es que su primer meta fue un evento regional, el cual también le proporcionó su primer derrota y el tener que recuperarse, para después acudir al siguiente regional, llegar al Nacional y de ahí hasta la justa cuatrienal.
Zarza Guadarrama, como muchos deportistas, ha tenido que hacer grandes sacrificios por cumplir el sueño olímpico, “ha sido muy difícil, pero es algo que me gusta y me apasiona, sé que mi familia me entiende”.
Tras las dificultades y el cansancio de ser deportista, ama de casa y madre, la deportista del Estado de México llegó a cuestionarse su continuidad en el deporte, pero fue entonces cuando su hijo, Carlos Alberto Carranza Zarza, habló con ella para que continuara su proceso y alcanzara el sueño que se había fijado: Río 2016.
Otra pieza fundamental dentro de su carrera deportiva es Adrián Paz, del que dice “realmente es una persona con experiencia, es medallista, me siento muy segura con su trabajo, motivada en su entrenamiento, se acerca conmigo me habla mucho y eso le sirve a cualquier deportista. De repente es muy fuerte, pero es parte de él”.