Los primeros 12 meses de gobierno de Delfina serán definitorios. Tiempo le faltará para lograr el cúmulo de cambios y requiere de bases sólidas para el arranque. Combate frontal a la corrupción y a la desigualdad serán los pilares de su administración. Para fortuna de la gobernadora, contará con el apoyo y guía del presidente López Obrador. Para la hemorragia del dispendio y el saqueo, serán los primeros pasos.
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El gabinete está prácticamente decidido. Las áreas claves tienen titular. Gobierno, Finanzas y Seguridad Pública quedaron resueltas. Habrá cambios, pero serán graduales. Es un equipazo que privilegia el conocimiento técnico, pero sobre todo el compromiso social y la honestidad. No hubo espacio para las malas reputaciones, los amigos ni los favores políticos. Bien por Delfina.
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Los cambios estructurales que tiene proyectados la gobernadora serán presentados hasta la siguiente Legislatura local, la LXII, la que espera sea controlada por una mayoría absoluta de Morena. Enviará algunas iniciativas a la actual, la LXI, pero la decisión fue el tiempo necesario para construir consensos sociales vigorosos.
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Aunque el priismo da la impresión de que sigue en shock y no termina por superar el trauma de la pérdida de la gubernatura, hay algunos liderazgos jóvenes que hacen bien la tarea y dan el ejemplo, como la alcaldesa de San Mateo Atenco, quien ha resultado una grata sorpresa en la administración pública. Ana Muñiz Neyra entiende que la única manera para recomponer la figura son los buenos resultados de gobierno, no hay más.
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La cantidad de priistas que pasarán al desempleo es impresionante. El primer recorte de septiembre será de aproximadamente 2 mil 300 personas, que la mayoría no ha hecho otra cosa en su vida que trabajar en el Gobierno. Para marzo del próximo año, la cifra podría llegar a 5 mil o más, y para diciembre, con los cambios en el Poder Legislativo y Ayuntamientos, podría romper la cifra de 10 mil. Nunca tantos tricolores juntos habían pasado a la reserva. Tiempos difíciles.