En San Mateo Atenco, uno de los principales polos zapateros del Estado de México, la crisis se siente en cada taller familiar. Sin embargo, los artesanos se rehúsan a desaparecer.
Ante este panorama, se dio la noticia oficial de la publicación de la suspensión temporal de la importación de calzado terminado bajo el programa IMMEX en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Suspensión de calzado terminado
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, explicó que la suspensión surge tras órdenes de la presidenta Claudia Sheinbaum, luego de detectar que calzado terminado ingresaba al país para evadir impuestos, perjudicando a los productores nacionales.
Aunque se restringirá la entrada de calzado terminado, sí se permitirá importar piezas y partes para su integración en la producción local.
Impactos esperados del decreto:
- Recuperar y aumentar los empleos en la industria del calzado.
- Impulsar la producción nacional.
- Mejorar la competitividad del sector.
Contrabando de calzado
El contrabando de calzado en México ha crecido 2,000% en solo tres años, según datos de El Economista. Estas importaciones ponen en riesgo una de las industrias más tradicionales del país, donde miles de familias dependen de la fabricación artesanal de zapatos.
Asimismo, ocho de cada diez pares de zapatos que llegan al país son ilegales, llegado por medio del programa Industria Maquiladora Manufacturera y Servicios de Exportación (IMMEX), creado para importar materia prima y componentes, pero utilizado para ingresar calzado terminado que termina en el mercado nacional.
Este proceso permite a grandes importadores evadir impuestos y regulaciones, desplazando a los productores nacionales que sí cumplen con la ley. Mientras tanto, los talleres artesanales apenas sobreviven.
San Mateo Atenco: resistencia frente a importaciones
Con este decreto, las y los fabricantes de calzado en la zona podrán poner en alto su trabajo, porque ponerse en los zapatos de estas familias no es solo una frase vacía: su sustento depende de que las autoridades combatan la importación de calzado con medidas efectivas y fortalezcan la producción nacional; de lo contrario, la industria zapatera mexicana corre el riesgo de quedar, literalmente, bajo la suela del calzado ilegal.
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