Murales, cruces, pintas… todos son recursos que –dicen familiares de víctimas y asociaciones solidarias– se han utilizado como mecanismo para visibilizar y resignificar los numerosos casos de personas desaparecidas y violencia de género que hay en el Estado de México, pero en el contexto de violencia estas manifestaciones también han sido violentadas, es el caso reciente del mural “Hasta encontrarlas” ubicado en ciudad Nezahualcóyotl.
Alí Aguilera es integrante del colectivo “Vivas en la memoria”, una asociación que ha hecho acompañamiento a familiares de desaparecidas y a mujeres víctimas de violencia; ella, junto con otras mujeres, asociaciones y familiares de personas desaparecidas realizan actividades para visibilizar este tema, así como el de la inseguridad y la violencia de género, juntas buscan hacer suyos los espacios y resignificarlos, mostrar una realidad de riesgo que, día con día, viven las mujeres al transitar las calles, usar el transporte público, ir a sus trabajos o a sus escuelas.
Así, en una pared lateral a las canchas de frontón, entre la avenida Bordo de Xochiaca y avenida Ciudad Jardín, frente a la concurrida Plaza Jardín, en ciudad Nezahualcóyotl, hicieron un memorial: un mural con 120 fichas de mujeres y niñas halladas en el registro ODISEA de la Fiscalía Especializada para la Investigación de Personas Desaparecidas, del Estado de México, todas de Neza.
Nezahualcóyotl es un municipio que presenta altas cifras de violencia de género, es el tercero en el estado con mayor cantidad de presuntos feminicidios, de enero a julio de 2010, según datos del Secretariado Ejecutivo de Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Cuando hicieron el mural –dice Alí en entrevista con AD Noticias– los chavos del frontón, que normalmente no se interesan en el tema, se acercaron: 120 fichas de desaparición reunidas dan cuenta de que no son hechos aislados, impresionan, sensibilizan.
Pero luego, un mes después, el ayuntamiento le puso rejas metálicas enfrente, se pensaba que harían alguna obra de pavimentación o alumbrado, sin embargo, no fue así, solo movieron tierra de un lado a otro y cuando quitaron las rejas las fichas ya no estaban, poco tiempo después la barda fue repintada con propaganda del segundo regidor José Guadalupe Estrada Posadas: “Enfrenta el reto, todos unidos usando tapabocas. Márcame estoy para servirte, oficina de gestión 57169070, ext. 1402”, por encima de esta leyenda aún se puede ver el “Hasta encontrarlas” del memorial.
Las personas que integran el colectivo Vivas en la memoria realizaron una denuncia pública en la que señalan que “en octubre del 2019 se emitió la segunda alerta de violencia de género por la desaparición de mujeres y niñas en el Estado de México, en los municipios de: Nezahualcóyotl, Toluca, Ecatepec de Morelos, Cuautitlán Izcalli, Chimalhuacán, Ixtapaluca y Valle de Chalco”.
120 fichas de desaparición reunidas dan cuenta de que no son hechos aislados, impresionan, sensibilizan
En Nezahualcóyotl, según las palabras de Hugo de la Rosa, presidente municipal –en acto público el 17 de diciembre de 2019– hay dos alertas de género por feminicidio y una más por la desaparición de mujeres, de acuerdo a informes del área de atención a víctimas, mencionó el alcalde, de enero a la fecha se registraron casos de 796 mujeres que han denunciado ante la autoridad judicial algún tipo de violencia.
Y es que aunque se diga que se avanza la realidad golpea, la ineficacia de los protocolos de seguridad, de búsqueda de personas desaparecidas, del seguimiento a las denuncias por violencia y no solo eso, también se agrega esta violencia simbólica a los actos de visibilización y resignificación; ésta no es la primera vez que se registra un ataque a algún tipo de memorial, es viejo este problema –el de los feminicidios, las desapariciones y la violencia, y el de borrar la manifestaciones de enojo, las pintas, las cruces– en 2016, por ejemplo, se denunció la destrucción del memorial de una Cruz Rosa colocada a unos metros del Bordo de Xochiaca, en la frontera de Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, la cruz puesta por la madre de una mujer desaparecida.
Si bien la autoridad, dice Alí, no ha respondido a esta problemática, como se menciona en su denuncia, “lo mínimo que pueden brindar es respeto al trabajo que hacemos las colectivas, los familiares y mujeres de la localidad a las que nos interpela la situación tan grave del Estado de México”.
“Nos parece que, si bien el presupuesto que se destina a estas urgencias no es bien empleado y tampoco se esfuerzan en reconocer y atender las problemáticas, no deberían de obstruir el trabajo que hacemos las colectivas y mujeres, a las que sí nos interesa hacer un trabajo en la búsqueda de una vida digna, sin trata, sin feminicidios, sin mujeres ni niñas desaparecidas”.
Los grupos retomarán el trabajo y el espacio, dice Ali, porque es una re significación del espacio público que es donde se siente la violencia y es a partir de ellos que se puede hacer visible la problemática y sensibilizar a la comunidad.
Las 120 fichas de búsqueda ya no se pueden leer, son solo trozos de papel, pero hasta arriba se conserva la leyenda “Hasta encontrarlas”, como símbolo de la persistencia de las de las personas solidarias, de las mujeres y, especialmente, de las familias de los cientos de desaparecidas, que seguirán la búsqueda con y por encima del sabotaje… hasta encontrarlas.