Raúl Ortiz Ramírez dice que no puede comprender lo que siente, pero sabe que quiere justicia por la muerte de su hermano: Fernando Ortiz Ramírez, quien fue asesinado de un tiro a manos de unos asaltantes en el autobús, cuando iba a su trabajo; esa no era la primera vez que Fernando era víctima de robo, apenas hace quince días lo habían golpeado y robado el celular cerca de su casa.
Pero Fernando no es sólo una cifra, tiene familia y amigos… tenía aspiraciones y planes, era profesor y estudiaba el doctorado, cada uno de los 539 casos de robo con violencia que se han registrado sólo en enero de 2020 en el Estado de México –según informes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública– tiene una historia.
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A Fernando lo asaltaron y lo asesinaron, su hermano Raúl siente rabia e impotencia, las noticias dicen que le dispararon porque se negó a entregar su laptop, pero Raúl dice que no la llevaba, que estaba descompuesta, ahorraba para arreglarla; lo que tenía dentro del portafolio que le quitaron eran documentos: el nombramiento de siete horas más para obtener su base; Fernando además siempre decía que lo material “va y viene”, él sabía que la vida es invaluable.
Raúl, es uno de los cuatro hermanos de Fernando y siente dolor porque asesinaron a su hermano, quien –dice– era músico por vocación y profesor por profesión; maestro de la Escuela Secundaria número 83 “Adolfo López Mateos”, en San Mateo Atenco, fundador de la ONITE (Organización Nacional e Internacional de Tunas y Estudiantinas).
Raúl había salido de la escuela, estaba en el centro de Toluca cuando le avisaron que su hermano Fernando había tenido un altercado; su hermano menor le dijo que Fernando había muerto; él entró a reconocer el cuerpo, una imagen que no puede quitarse de la mente, que lo indigna y lo llena de rabia, lo mismo que la reciente declaración de Alejandro Ozuna, secretario general de Gobierno del Estado de México, quien hace poco dijo en una declaración que –en materia de asaltos y homicidios– al interior de las unidades del transporte público hay que ponerlo «en el contexto de los porcentajes por cada 100 mil habitantes, por lo que eso demostraría que el Edomex está por debajo de la media nacional”.
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Fernando no es una cifra; Raúl dice que sólo quienes han pasado por una situación similar pueden comprender la manera en que, desde que sucedió el asesinato, se ha resquebrajado la familia.
Raúl sabe que este no es el primer caso ni será el último de delincuencia ni de homicidios, no quiere que esto siga pasando: “el día de mañana, pasado, en un mes, puede ser cualquiera”, dice.
Raúl quiere que el acto no quede impune, no quiere venganza, sino defender la libertad de transitar por las calles, invitar a las personas a sumarse a las causas; a cuatro días de que le dispararon a Fernando Raúl quiere justicia, sabe que los niveles de inseguridad han aumentado considerablemente.
«…recuerdas cuando me prestabas tus instrumentos y me enseñabas como tocarlos para acompañar a la estudiantina? Jaja no te hacía caso al final y los tocaba como yo quería…«
fragmento de una carta escrita por su prima para Fernando.
Le produce rabia que las autoridades no estén haciendo su trabajo. En un video difundido en redes, Raúl explota contra el gobernador Alfredo del Mazo, su hermano Fernando fue asesinado en un contexto en el que hay una discusión por el aumento a la tarifa de transporte público, en aras, ha dicho el secretario de Movilidad Raymundo Martínez, del mejoramiento de las condiciones de un servicio pésimo, inseguro, deplorable.
Fernando no es un cifra de esas que hablan de que en el Estado de México, sólo en enero, se han registrado 129 casos de homicidio doloso con arma de fuego; es una persona víctima de asalto, de loa delitos que forman parte del panorama de inseguridad que asola a la entidad y que, combinada con la impunidad y la corrupción, destruye vidas, familias, comunidades enteras.