Huizi, las bicicletas que no rodaron

Toluca, México; 29 de julio de 2018. Con una inversión de 35 millones de pesos, el Sistema de Bicicleta Huizi llegó a Toluca a finales de 2015 con los objetivos de combatir los altos índices de contaminación en la capital mexiquense y disminuir el flujo de vehículos particulares. En un principio, se informó que las […]

Toluca, México; 29 de julio de 2018. Con una inversión de 35 millones de pesos, el Sistema de Bicicleta Huizi llegó a Toluca a finales de 2015 con los objetivos de combatir los altos índices de contaminación en la capital mexiquense y disminuir el flujo de vehículos particulares. En un principio, se informó que las bicicletas estarían disponibles todos los días del año y sólo podrían transitar por las 300 cuadras del centro histórico que integran la Ecozona. Al servicio sólo pueden acceder aquellos que cuenten con una tarjeta de crédito o débito después de saldar un pago anual por suscripción de más de 300 pesos vía internet o en las oficinas del servicio, de acuerdo con el sitio oficial web de Huizi.

El fracaso de Huizi comenzó en noviembre de 2016, cuando el gobierno municipal reconoció que le adeudaba 12  millones de pesos a la empresa canadiense PBSC Urban Solutions por la operación de ciclo-estaciones y unidades, así como por el uso del software. Zamora señaló que el cada bicicleta pública costará a los toluqueños 8 millones de pesos anuales. Para entonces, el sistema Huizi tenía una demanda baja de apenas el 40 por ciento.

En 2017, la empresa en cuestión retiró el software con el que operaban el servicio, sosteniendo que no habían recibido ningún pago por parte del municipio. No obstante, luego de cinco meses, el sistema de bicicletas reanudó actividades a principios de marzo de este año para que los usuarios que habían pagado por el mismo pudieran seguirlo ocupando con sólo reactivar su tarjeta.

Hoy, las estaciones que rodean al centro de Toluca son la de más baja concurrencia; por ejemplo, la caseta de Instituto Literario yace descompuesta y sin servicio, mientras que la del Centro Cultural Toluca da a conocer que las estaciones de Josefa Ortiz de Domínguez, Pino Suárez y Aldama tiene entre 9 y 10 bicicletas disponibles, lo que refleja el poco interés de los toluqueños por el sistema de bici pública.

A estas circunstancias se suman, además, la escasa difusión que gozó el sistema y una deficiente cultura vial ciudadana, pues de acuerdo con el Departamento de Planeación y Estudios de Movilidad sólo hay 246 usuarios de las llamadas bicis públicas.