Instalan retenes en Valle de Bravo

Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Policía federal, la Marina y el Ejército han instalados retenes de vigilancia sobre la carretera Temascaltepec- Valle de Bravo y en Avándaro, como parte de las acciones para reducir la ola de violencia e inseguridad en esa región del Estado. Desde la madrugada del martes, efectivos de […]

Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Policía federal, la Marina y el Ejército han instalados retenes de vigilancia sobre la carretera Temascaltepec- Valle de Bravo y en Avándaro, como parte de las acciones para reducir la ola de violencia e inseguridad en esa región del Estado.

Desde la madrugada del martes, efectivos de Sedena, Policía Federal, Secretaría de Seguridad Ciudadana, y Policía Ministerial, en total mil 187 efectivos, tomaron  la la seguridad de 13 municipios que conforman la línea fronteriza con los estados de Guerrero y Michoacán, después de que todos los policías municipales dejaron sus puestos y viajan a un curso de ocho semanas a unas instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el estado de Tlaxcala.

Hasta el mes de diciembre los policías de Valle de Bravo, Tejupilco, Luvianos, Amatepec, Otzolotepec, Sultepec, Ixtapan del Oro, Zacazonapan, Ixtapan de la Sal, Tlaltlaya, Otzoloapan, Zacoalpan y San Simón de Guerrero, no trabajaran en sus municipios

El secretario General de Gobierno, José Manzur Quiroga reconoció este miércoles que la situación en esa zona limítrofe con Guerrero y Michoacán “es complicada”, por lo que se decidió además que los elementos municipales fueran adiestrados por la Secretaría de la Defensa Nacional para poder hacer frente a los grupos de la delincuencia organizada que opera en la zona.

Desde la captura de José María Chávez  Magaña, alias “El Pony”, líder de “La Familia Michoacana”, la violencia en la llamada Tierra Caliente se complico más. Grupos contrarios intentan tomar el control de la región

El repunte violento alcanzó a la población, hace diez días, un grupo de sicarios mató a un niño de 12 años, aunque el ataque iba dirigido contra su padre, el locutor de la radio comunitaria La Calentana en Luvianos; días después cuatro personas más, identificadas como maestros, fueron ejecutados dentro de una casa en Amatepec.