Como parte de un experimento social, el editor de una página de Internet que se dedica a realizar éste tipo de ejercicios con matiz social, llevó a cabo uno de ellos ésta vez con el fin de evidenciar la imposibilidad de sobrevivir con el salario mínimo mexicano el cual pasó de $73 a $80.04 en éste nuevo año.
Al principio del experimento, el protagonista empezó a buscar los costos de vivienda más bajos, así como de los productos básicos indispensables para que pueda sobrevivir cualquier persona en un país, y en un país como México donde se consideran $560 mínimos semanales. El editor termina rentando en una vivienda de interés social del municipio de Ecatepec donde se registran altos números de delincuencia, ahí tuvo que compartir la renta de un cuarto pequeño con una conocida para que pudiera pagar la cantidad de $175 pesos a la semana y el resto para poder alimentarse.
De igual forma, buscó un mercado accesible en precios como el de la Lagunilla en la Ciudad de México para poder comprar tan sólo:
“Medio kilo de frijol en 10, un kilo de tortillas en 10, medio kilo de zanahorias en cinco, medio kilo de huevo (siete piezas que adquirí en la tienda cercana a la casa de Rosario) en 13, dos cebollas en cinco pesos, una cabeza de ajo en cinco, un pepino en 10, cuatro salchichas en 10 pesos, un cuarto de hígado de cerdo (tres bisteces) en 12 pesos, cinco naranjas por siete pesos y un sobre de café en 10. Después en la panadería compré cinco bolillos por 10 pesos. No compre agua; tomaría de la llave y la herviría”
Más gastos del mantenimiento de su vivienda como luz, agua, gas, los cuales también compartiría con la persona. Se agregan los gastos del pasaje en la Ciudad de México que aproximan los 40 pesos diarios. Con dichos productos en un día había gastado la cantidad de $560, total que recibió como pago semanal de acuerdo al salario mínimo. Sin tomar en cuenta pagos de teléfono.
Sin embargo, como se puede notar dichos gastos se hicieron por una sola persona, sin tomar en cuenta la pensión alimenticia de su bebé, la vestimenta, gastos imprevistos, para él y su familia, al mismo tiempo se descarta los gastos subsecuentes del día a día, demostrando que con el salario mínimo no alcanza, por lo menos, a cubrir la necesidad básica de la alimentación los 31 días del mes.