Kant y los extraterrestres

Con apenas cuatro ensayos, Juan Pablo Anaya despliega “una audaz indagación” en su libro “Kant y los extraterrestres”

Con apenas cuatro ensayos, Juan Pablo Anaya despliega “una audaz indagación” en su libro “Kant y los extraterrestres”: el primer texto, “Canción de amor para una androide”, es una alocución a la implícita humanidad de los replicantes que aparecen en la cinta de Ridley Scott “Blade Runner”; “Ahab en el diván” ahonda la psicología del personaje de Herman Melville a partir de una película que parodia la novela cumbre de la narrativa estadounidense moderna; “Kant y los extraterrestres” es un recorrido por la filosofía moral de este pensador a partir del miedo que provocarían agentes alienígenas y, finalmente, en “Los vigilantes”, se conjuga la visión ufológica de Jaime Maussán con la profundidad reflexiva de la obra del pintor Caspar David Friedrich intentando responder a la pregunta “¿Qué avatares traerá la historia cuando hagamos contacto?”.

El libro concluye con una “Melodiografía” que enmarca perfectamente el sentido de cada ensayo: desde la banda sonora de Vangelis para el filme de Scott hasta “Mi muñequita sintética”, de Haragán, para “Canción de amor…”; de Tom Waits y Lou Reed a Moby (descendiente de Melville), en “Ahab…”; de Caifanes a Franz Zappa en “Kant…”, y de Smashing Pumpkins y Radiohead a la Orquesta América con “Los marcianos llegaron ya”, en “Los vigilantes”.

Estos textos obtuvieron el Premio Nacional de Ensayo Joven “José Vasconcelos” en 2012, y se escribieron gracias a la beca que la Fundación para las Letras Mexicanas concedió a Anaya quien, bajo la tutela de Jorge F. Hernández y Vicente Quirarte, desarrolló su muy particular visión de la otredad; no cabe duda de que esta propuesta ensayística vino bien cobijada.