La vida de Luis Miranda Cardoso

La carrera política de este hombre fue acotada, aunque con destellos hacia el futuro, especialmente para su hijo

Luis Miranda Cardoso era titular de la notaría número 166, ubicada muy cerca del centro de Toluca, en la calle Texcoco, colonia Sánchez; una casa conocida como “La casa de los Miranda”. Ahí, a unos metros de este lugar, en su domicilio, fue encontrado su cuerpo esta mañana, muerto como resultado de un asalto, dicen la información que circula, aunque aún no existe un informe oficial.

La carrera política de este hombre fue acotada, aunque con destellos hacia el futuro, especialmente para su hijo, el exsecretario de Desarrollo Social Luis Miranda, durante el periodo presidencial de Enrique Peña Nieto. Por eso las condolencias para su familia han circulado abundantemente en las redes sociales.

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El notario Miranda Cardoso fue presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México entre 1995 y 1999, cuando César Camacho Quiroz gobernaba la entidad. 

Se desempeñó como magistrado del Poder Judicial; cuando Gustavo A. Barrera Graf creó el Instituto de Capacitación y Especialización Jurídica para Adiestramiento de Personal y Especialización de Funcionarios Judiciales, Luis Miranda Cardoso fue su primer director. Con el paso de los años, este instituto se convertiría en la Escuela Judicial del Estado de México; en 2015 recibió por parte del Poder Judicial del Estado de México la “Presea a la Administración de Justicia”.

Luis Miranda Cardoso fue un personaje estimado entre la comunidad de abogados, amigo cercano de Leopoldo Velasco, secretario general de Gobierno, lo mismo que de Abel Villicaña Estrada, quien lo sucedió como también presidente del Tribunal, el notario enviudó apenas en enero de este año.

Miranda Cardoso, autor de algunos textos, entre ellos La modernizacion del poder judicial del Estado de México, vivía solo, sus vecinos lo consideraban una persona tranquila aunque también en ciertos aspectos estuvo vinculado a las menciones de corrupción y desprestigio que salpican al Revolucionario Institucional.


Fue acusado, sin comprobarse, de haber recibido la notaría por motivos políticos, haber sido prestanombres de Arturo Montiel o haber recibido el beneficio de una contraprestación que le otorgaba su salario, cinco años después de dejar la magistratura, como parte de una reforma promovida por su hijo, Miranda Nava.