Ley de Identidad de Género: el reconocimiento pendiente

Las personas Trans siguen siendo víctimas de discriminación e invisibilizadas

La Ley de Identidad de Género, es decir, el reconocimiento legal de una persona que decide cambiar de sexo, es una propuesta que sigue pendiente en la Legislatura mexiquense, y parte de la agenda de la comunidad LGBTTIQ que no ha sido atendida por el Congreso local.

La reforma implica el cambio de nombre y género para que una persona pueda trabajar, evitar cuestiones de discriminación, garantizar el acceso a la salud, a la educación, a la justicia, entre otras.

En estos momentos todos los días las personas Trans enfrentan prejuicios, estigmatización, a veces son víctimas de agresiones y todo eso genera que hasta un 85% de esa comunidad se encuentre desempleada y un 15% tenga ingresos debajo del salario mínimo.

Ana Valeria Garduño, directora de Red de Apoyo Toluca, explica que reconocerlas en la Ley ayudará a visibilizar a las personas Trans y a encontrar trabajo: «es importante la parte legal, en los documentos oficiales se pueda hacer la modificación en cuanto al nombre y género, esto conlleva como beneficio poder trabajar en trabajos dignos, evitar un poco cuestiones de discriminación, acceso a la salud, acceso a la educación».

Juana Hernández Villaseñor explica que para ellas es complicado el tema de la transición, pues enfrentan discriminación, burlas, y la falta de oportunidades de empleo. «En lo laboral la discriminación es muy grande, ya que el 85 por ciento de las personas se encuentran desempleadas por no contar con papeles oficiales».

Ambas consideran que aún existe mucha discriminación, prejuicios, tabúes, estereotipos y resistencias, pues una persona femenina con nombre masculino puede generar rechazo entre la población y están en riesgo permanente, pues varias han sido asesinadas, y ante la falta de empleo, la mayoría se dedica al trabajo sexual.

«Por el riesgo de la estigmatización se nos asesina de manera diaria a las mujeres Trans», explica Juana Hernández, quien añade que lamentablemente son tratadas como ciudadanas de tercera.

Para ella, ha habido aceptación entre su familia y amigos, pero admite que le da miedo salir a la calle. «Mi familia me ha aceptado cien por ciento como mis amigos, pero sí es difícil en el sistema educativo, salir a la calle, me da temor, me da mucho miedo, inseguridad, el que me volteen a ver».

En diciembre de 2017 la bancada del PRD presentó una iniciativa para que los integrantes de la comunidad LGBTTTIQ pudieran cambiar sus documentos personales, de acuerdo con el género que decidan, como ya sucede en entidades como la Ciudad de México, Nayarit y Michoacán.

En ese entonces, Leonardo Espinoza López, indicó que eso beneficiaría a por lo menos un millón de mexiquenses, pues actualmente la ley sólo permite hacer la rectificación del acta de nacimiento, por temas de nombre, pero no por cambio de sexo por identidad.

Sin embargo, la iniciativa ni siquiera se analizó en comisiones en la anterior Legislatura y el 23 de julio del año pasado, la diputada de Morena Liliana Gollas propuso que quienes se asumen de manera diferente a la condición sexual que tienen puedan contar con actas de nacimiento para cambiar la identidad de género, con una anotación correspondiente en el acta original.

La petición fue modificar el Código Civil para reconocer el derecho de cada persona a la identidad de género que defina para sí, en un acto administrativo y voluntario, sin necesidad de una prueba pericial para comprobar la reasignación de sexo, y sin violentar la intimidad de la persona que lo solicita.

A finales de marzo del año pasado, el PRD presentó una iniciativa similar que tampoco se atendió. Ahí se planteó que cada persona debe tener derecho a decidir su identidad de género.

 En entrevista, Omar Ortega, coordinador del PRD, explica que la apertura y reconocimiento de los derechos de la comunidad Trans ha sido muy difícil y paulatina, por los estereotipos y cánones sociales, pero urge acabar con la homofobia y transfobia desde la educación; aprobar la Ley de Identidad de Género y garantizar el servicio médico especializado.

«A las personas Trans se les ha tratado como si fueran personas de segunda, actitud que ha sido replicada en la actual Legislatura mexiquense al omitir e ignorar sus demandas. La ley de identidad de género es esencial, ya que al no existir mantiene invisibles a todas las personas Trans, en una sociedad que las segrega y las hace vulnerables», afirmó. 

La Ley de Identidad de Género, sostiene, permitiría asistir a un Registro Civil para ratificar el nombre con la identidad asumida, tramitar una credencial de elector que materialice el derecho de identidad personal. 

Advierte que hay rezagos en materia de salud, pues se necesitan profesionales como endocrinólogos, proctólogos, urólogos, dentistas y médicos generales que atiendan a las personas Trans, capacitados y sensibilizados, con perspectiva de género y utilicen lenguaje incluyente.

También requieren educación libre de discriminación para evitar la deserción, trabajos dignos y bien pagados para que el trabajo sexual no sea la única opción; así como procuración e impartición de justicia con perspectiva de género.

Valeria Garduño explica la diferencia entre una persona gay y una Trans y precisa que la primera es por su orientación sexual, pues se siente atraída hacia una persona: una mujer a una mujer y un hombre a un hombre; mientras en una persona Trans es cuestión de identidad.

«Son personas que se les asigna un género, de acuerdo a su sexo de nacimiento, y se identifican con el sexo opuesto».

Las propuestas de Ley de Identidad planteadas en el Congreso local siguen en análisis, al igual que la de matrimonio igualitario, en espera de que esos derechos les sean reconocidos.