Llega exalcalde de Iguala a El Altiplano

El exalcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, acusado de ser el autor intelectual de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa y la muerte de seis personas, fue trasladado a la prisión de alta seguridad de El Altiplano, en Almoloya de Juárez. El traslado sucedió sólo unas horas después de que Yazaret Abarca Pineda, hija de José Luis Abarca y de María de los Ángeles Pineda, rindiese declaración ante el Ministerio Público en calidad de testigo, después de la detención de sus padres, que tuvo lugar en la madrugada del martes en una modesta vivienda en la delegación Iztapalapa
noviembre 5, 2014

El exalcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, acusado de ser el autor intelectual de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa y la muerte de seis personas, fue trasladado a la prisión de alta seguridad de El Altiplano, en Almoloya de Juárez.

El traslado sucedió sólo unas horas después de que Yazaret Abarca Pineda, hija de José Luis Abarca y de María de los Ángeles Pineda, rindiese declaración ante el Ministerio Público en calidad de testigo, después de la detención de sus padres, que tuvo lugar en la madrugada del martes en una modesta vivienda en la delegación Iztapalapa de la ciudad de México.

Sobre la situación jurídica de su esposa,  María de los Ángeles Pineda, las fuentes del gobierno federal consultadas no detallaron si ella fue trasladada a un penal federal o si aún sigue declarando en instalaciones de las SEIDO.

El pasado 26 de septiembre los normalistas llegaron a Iguala para recaudar fondos para viajar al D.F. el 2 de octubre con el fin de participar en la conmemoración de la matanza de Tlatelolco.

Ese mismo día, la esposa del alcalde tenía que presentar un informe de labores al frente del Sistema de Desarrollo Integral para la Familia municipal e iba a dar una fiesta. Ante el temor de que los estudiantes pudieran alterar la celebración, como ya había ocurrido en el pasado, el alcalde ordenó a la Policía actuar contra los normalistas.

Con apoyo de agentes del municipio de Cocula, los policías abrieron fuego contra los estudiantes, matando a seis de ellos y dejando 25 heridos. Durante los enfrentamientos, procedieron a la detención ilegal de numerosos estudiantes, a los que trasladaron a los límites de Cocula e Iguala, donde los entregaron al 'mini-cártel' Guerreros Unidos.

A partir de ahí nada se sabe del paradero de los 43 'normalistas'. Desde entonces, en la zona han aparecido varias fosas comunes, aunque por el momento no se ha confirmado que los restos hallados en ellas correspondan a los de los jóvenes desaparecidos.

 

* Con información de El Universal 

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