Mal sabor de boca deja Enrique Peña Nieto a cuatro años de gestión

Toluca, Méx.- A cuatro años de haber iniciado el gobierno de Enrique Peña Nieto, la sensación más compartida es que el país se encuentra a la deriva, con un presidente que no está inmerso en la realidad mexicana, con una visión ajena a los problemas sociales y con un discurso arrogante que no reconoce sus […]

Toluca, Méx.- A cuatro años de haber iniciado el gobierno de Enrique Peña Nieto, la sensación más compartida es que el país se encuentra a la deriva, con un presidente que no está inmerso en la realidad mexicana, con una visión ajena a los problemas sociales y con un discurso arrogante que no reconoce sus errores.

El mensaje con motivo de la entrega de su Cuarto Informe de labores, presumía un ejercicio “inédito”, donde jóvenes de diversas entidades participaran “con entera libertad” para exponer sus dudas al mandatario. Nada más ajeno a la realidad, con excepción de José Ramón, un joven que rompió el protocolo ya que su nombre no estaba en la tómbola para cuestionar a Peña Nieto sobre su poca credibilidad y su baja popularidad. “Pareciera que no podríamos molestarnos más o creer menos, pero semana con semana nos sorprendemos de que lo logramos“, dijo.

Y espetó: “No lo vemos desmintiendo al candidato Trump, no vemos el Sistema Nacional Anticorrupción, no vemos una rendición de cuentas satisfactoria tanto en conflicto de intereses como en conflictos académicos, no sé cómo decirlo. No vemos los resultados. Me gustaría preguntar dónde están esos resultados, dónde está esa urgencia que debería tener el gobierno por acabar con la corrupción que tanto desarticula las buenas intenciones con la realidad social. Me gustaría preguntar acerca de eso pero la verdad no quisiera tener una respuesta coreografiada… me gustaría mencionar un poco de las inquietudes que tengo yo. Este es el cuarto informe de gobierno, llevamos dos terceras partes de este sexenio y la credibilidad, la popularidad de la administración es bajísima, es increíblemente baja… tal vez coincido en que el gobierno no está aquí para ser popular, no está aquí para caernos bien pero coincidiría completamente si viéramos los resultados”.

Pero la respuesta no fue la esperada. “Mira, yo creo que el video sintetiza mucho de los logros que hay, que algunos dicen que no existen”, respondió Peña Nieto, “tenemos toda una infraestructura que, quien la quiera apreciar y ver, ahí está, quienes no la quieren ver, como dice el eslogan que he manejado de esta campaña: las cosas buenas casi no se cuentan pero cuentan mucho“.

Pero en el aire quedó el departamento de su esposa Angélica Rivera en Miami, Florida; tampoco habló de los estudiantes de la escuela de Ayotzinapa, Guerrero, que siguen desaparecidos; menos aún de la reducciones en las estimaciones de crecimiento económico que han debilitado al peso frente al dólar estadounidense y que han provocado recortes presupuestales; o del incremento de homicidios y desaparecidos en todo el país.

Pero más allá del mensaje, sigue sin entenderse la "estrategia" de la Presidencia de la República sobre la visita de Donald Trump. Si la idea era traer al candidato republicano para mejorar la relación entre el empresario y nuestro país, queda claro que fue un total fracaso.

Analistas políticos señalan que la Presidencia jamás se imaginó que Trump contestara tan rápido a la invitación, que pensaron que se haría del rogar, por lo que los agarró de sorpresa y desprevenidos. Algo que sería inadmisible, pero tampoco tan descabellado, tomando en cuenta la cantidad de pifias que ha tenido el Gobierno Federal.

El Presidente quedó mal con su país, quedó mal con los millones de inmigrantes que esperaban un respaldo, quedó mal con Hillary Clinton, quedó mal con los políticos, dejó dañada la imagen de la Presidencia en el extranjero… un desastre total.

Los cuestionamientos han sido diversos aunque coincidentes en el debilitamiento del hombre que lleva la investidura presidencial. El periodista Julio Hernández, autor de la columna Astillero del diario La Jornada, expuso al portal Aristegui Noticias que “pocas veces tenemos la oportunidad de ver tantos desatinos acumulados y nunca que yo recuerde un ocupante de la presidencia de la República en México había llegado en tal condición desafortunada, maltrecha, deficitaria a la rendición de un informe de actividades, normalmente los ocupantes de la presidencia convertían esto en un ritual faraónico de celebración protocolaria, pero hoy Enrique Peña Nieto está borrado, abatido, en su figura política debido al gravísimo error, histórico, que cometió unas horas antes, con esa extraña, grotesca recepción a Donald Trump, que no sólo llegó hasta la casa de Peña Nieto, la casa de los mexicanos teóricamente, a decirle en su cara que se iba a construir el muro, sino que además le jugó el dedo en la boca, de una manera tramposa”.

El analista Alberto Aziz consideró que, previo al informe, los “enemigos del presidente le dijeron invita a Trump, hay que hacer algo espectacular… hay mucha gente que dice yo no entiendo quién lo asesora, quién le dijo que invitara a Trump, ¿por qué vino Trump?”.

En este contexto, el cineasta Alejandro González Iñárritu rubrica en una entrega al diario El País de España, que “Tras este acto (la visita de Trump a México) y como ciudadano mexicano, Enrique Peña Nieto no me representa más. No puedo aceptar como representante a un gobernante que en lugar de defender y dignificar a sus compatriotas, sea el mismo quien los denigra y pone en riesgo al invitar a alguien que como él, no es digno de representar a ningún país; en estos difíciles momentos, vale la pena recordar la sabia cita del maestro Martin Luther King Jr.: “Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.”

Respecto a éstos hechos, el analista político Jesús Silva Herzog, habló sobre el “Diálogo con Jóvenes” que sostuvo el presidente Enrique Peña Nieto, así como de la visita de Donald Trump a México.

“Si Luis Videgaray tuvo la iniciativa de invitar a Trump, debería pagar por las consecuencias”, afirmó Herzog, luego de que se diera a conocer de manera extraoficial que el secretario de Hacienda fue quien propuso la invitación.

En las redes los comentarios fueron en su mayoría negativos hacia el presidente. Incluso los noticieros de televisión abierta dedicaron poco espacio al mensaje y mucho a la controvertida visita de Trump.

En suma, el balance es negativo y se abona más al descrédito de un mandatario que se ha visto inmerso en una batalla de intereses de grupo pero que no acierta a entender que México no es lo que sus asesores y más allegados le aseguran.