La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, dio a conocer que más de seis mil personas han muerto en el este de Ucrania desde el inicio del conflicto separatista en el último año.
En su último informe, señala que centenares de civiles y militares han perdido la vida en las últimas semanas por la intensificación de la lucha, cerca del aeropuerto de Donetsk y en la región de Debáltseve, a pesar del cese al fuego acordado en los dos acuerdos de Minsk.
Afirmó que siguen los bombardeos contra la población en el este de Ucrania a pesar del acuerdo del cese al fuego, lo que constituye un crimen de guerra.
“Los ataques deliberados contra zonas civiles puede constituir un crimen de guerra, y si estos fueran deliberados y sistemáticos, constituirían crímenes contra la humanidad”, advirtió el secretario general adjunto de la ONU Ivan Simonovic.
Simonovic afirmó que después del acuerdo de Minsk del 15 de febrero ha habido en el este de Ucrania “bombardeos indiscriminados en zonas densamente pobladas (controladas por el gobierno y por las fuerzas separatistas), con un aumento en las bajas civiles”.
El noveno informe de la Misión de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania, que abarca el período comprendido entre el 1 de diciembre de 2014 y 15 de febrero 2015, deplora el uso de armamento pesado y la presencia de combatientes extranjeros.
El informe detalla los sufrimientos de los civiles, la detención arbitraria, la tortura y las desapariciones forzadas, cometidas en su mayoría por los grupos armados, pero en algunos casos también por los organismos policiales de Ucrania.