Más estaciones de carga que autos eléctricos en Toluca

Toluca, Estado de México; 3 de octubre de 2019. La falta de políticas públicas que fomenten el uso de vehículos eléctricos o híbridos en el Estado de México es una de las principales limitantes para introducir su uso; en contraste, la infraestructura con la que se cuenta para abastecer de energía a este tipo de unidades […]

Toluca, Estado de México; 3 de octubre de 2019. La falta de políticas públicas que fomenten el uso de vehículos eléctricos o híbridos en el Estado de México es una de las principales limitantes para introducir su uso; en contraste, la infraestructura con la que se cuenta para abastecer de energía a este tipo de unidades sobrepasa a la cantidad de los llamados carros verdes.

Aunque solo el 10 por ciento de los mil 805 autos verdes que se compraron de enero a junio de este año son híbridos o eléctricos, en la zona del Valle de Toluca hay ocho centros de carga para vehículos eléctricos, según la plataforma ChargeNow

Con base en los registros que arroja Electromaps, en la misma región hay seis, es decir que, de acuerdo con Alejandro Rojo Valerio, director del Centro de Investigación de Mecatrónica Automotriz (CIMA) del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca,  la infraestructura rebasa la cantidad de estas unidades. 

El costo es otra desventaja que los vehículos verdes tienen en el mercado.

Un auto híbrido cuesta de 300 a 500 mil pesos, mientras que el precio de uno eléctrico oscila entre 400 y 700 mil pesos. Si en verdad se pretende fomentar su uso, el subsidio de uno al tres por ciento que ofrecen las autoridades gubernamentales, no es suficiente, señaló el especialista en Mecatrónica Automotriz. 

Sin embargo, a pesar de que la introducción de estos vehículos es lenta, la Comisión Federal de Electricidad ayuda con la colocación de medidores para centros de carga caseros; además, la tarifa que se cobra por esta infraestructura doméstica para cargar vehículos eléctricos es menor que la que se paga por una toma de luz para abasto doméstico.

También las empresas armadoras facilitan el abastecimiento de electricidad para los autos: “los cargadores que ustedes ven colocados en la ciudad son por parte de las mismas armadoras que están distribuyendo la energía eléctrica sin costo a esos vehículos eléctricos”, señaló el doctor Rojo Valerio. 

En cuanto al transporte público, de acuerdo con Odilón López Nava, delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo en el Estado de México, la opción de implementar vehículos impulsados con energías verdes es viable, pero la entidad carece de un escenario óptimo para implementar una movilidad limpia: 

“No hay un escenario que abone y respalde a este tipo de programas, como otros que abonen a la economía, a un digno transporte, a ser amigable con el medio ambiente.”

De esa manera,  la transición hacia un transporte limpio y ordenado depende de que, primero, se ordene y regularice el actual, así como de que, a través de legislaciones, se otorguen facilidades económicas a los transportistas que opten por unidades híbridas o eléctricas. 

También es necesario que las políticas públicas dejen de privilegiar el uso de vehículos particulares. 

“Sin embargo, hay que ser realistas: el gobierno federal no está apostando en este momento a este tipo de desarrollos. Los esfuerzos que pueden hacerse tienen que ir de la mano con infraestructura, con los ductos, con la alimentación eléctrica.

[La transición] no se va a dar si no va de la mano con las políticas públicas federales para que esté la infraestructura y las inversiones necesarias para ello”, opina el titular de la Canapat.

Respecto al mismo tema del transporte público, el director del Centro de Investigación de Mecatrónica Automotriz (CIMA) del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca, consideró por su parte que además de voluntad política, hace falta que los empresarios del sector transportista tengan confianza en este tipo de tecnologías y, sobre todo, que quieran invertirle, pues si bien al inicio la inversión es alta, después se recupera: “pero lo que quieren son ganancias rápidas y por eso meten autobuses de combustión”, expresó Rojo Valerio.

En ese sentido, el representante de Canapat expresó que la irregularidad, la corrupción y la impunidad en el sector transportista frenan el avance hacia una movilidad pública más limpia. Respecto a la corrupción, también expresó que la clase política antepone sus intereses electoreros por encima de un transporte sostenible. 

Tener un gran parque de vehículos eléctricos en circulación contribuiría a reducir la cantidad de gases contaminantes que se emiten en las ciudades; sin embargo, “tal vez [estas sustancias] las vamos a transferir a donde están las plantas de generación de energía”, explicó el doctor Alejandro Rojo Valerio.

Ante ese panorama, hace unos días, la diputada María Luisa Mendoza Mondragón, del Partido Verde Ecologista de México, propuso una iniciativa que busca otorgar estímulos fiscales, como exención del pago de tenencia, para quienes usen vehículos con energías limpias y renovables (eléctricos o híbridos), ya sea transporte público o vehículos particulares. 

La propuesta se deriva de que en el Estado de México circulan más de tres millones 500 mil automóviles particulares, mil 200 unidades de transporte público y concesionadas, 68 mil vehículos pesados de transporte de carga y de servicio, 102 mil 100 vehículos concesionados o taxis y mil 400 unidades de recolección de basura, patrullas, ambulancias y otros servicios. 

Este parque vehicular consume anualmente 18 millones de litros de gasolina y más de cinco de millones 500 mil litros de diésel, que generan más de cuatro millones de toneladas de gases contaminantes. 

Debido a lo anterior, con esta iniciativa, que pretende reformar el Código Financiero y el Código para la Biodiversidad mexiquenses, se busca reducir la emisión de contaminantes a la atmósfera, aunque la infraestructura actual para que aumenten los vehículos híbridos aún se encuentre lejos de ser suficiente.