Mejora UAEM método de enseñanza

Docentes del Centro de Investigación Química y Sustentable (CIQS) de la Universidad Autónoma del Estado de México implementan estrategias de aprendizaje, a través del uso del Laboratorio de Ingeniería de Reactores, como un instrumento indispensable para ejemplificar procesos complejos durante la impartición de clases, entre ellos, la sustracción de biodiesel con materiales naturales, que permitirá […]

Docentes del Centro de Investigación Química y Sustentable (CIQS) de la Universidad Autónoma del Estado de México implementan estrategias de aprendizaje, a través del uso del Laboratorio de Ingeniería de Reactores, como un instrumento indispensable para ejemplificar procesos complejos durante la impartición de clases, entre ellos, la sustracción de biodiesel con materiales naturales, que permitirá a los estudiantes enfrentar, al egresar, el campo laboral.

Los investigadores de la Facultad de Química de la UAEM, Armando Ramírez Serrano, Rubí Romero Romero y Reyna Natividad Rangel, destacaron la realización de actividades mediante un “reactor por lotes”, cuyos resultados constituyen una herramienta valiosa para la comprensión de conceptos básicos, método que ha probado su eficacia, al mostrar la relación estrecha entre el laboratorio y la teoría, permitiendo el aprovechamiento escolar de los estudiantes.

En este trabajo, explicaron los especialistas, se ejemplifica la estrategia para la obtención de biodiesel, a partir de aceite de girasol, por una reacción de transesterificación, es decir, la posibilidad de convertir los triglicéridos, principal componente del aceite, en moléculas libres de contaminantes, mediante un proceso rápido, de bajo costo y sustentable.

Refirieron que las herramientas didácticas en el proceso de enseñanza-aprendizaje garantizan el desarrollo de competencias requeridas por el futuro profesionista en Ingeniería Química o Biología Química, programas educativos que oferta la institución.

En este sentido, detallaron, los laboratorios integrados unifican el conocimiento de las unidades de aprendizaje, buscando que los estudiantes apliquen estos principios en ámbitos y problemáticas de la vida real que enfrentarán en el campo profesional.

“Es necesario identificar con precisión las funciones que una profesión demanda, las cuales se clasifican por niveles de complejidad, respondiendo a preguntas como ¿qué debe saber?, ¿qué debe saber hacer?, ¿cómo debe hacerlo para cumplir con su función?”, expresaron los investigadores de la Autónoma mexiquense, quienes a partir de estas preguntas diseñan los programas y estrategias educativas para el plan de estudios.

Ramírez Serrano, Romero Romero y Natividad Rangel concluyeron que las competencias desarrolladas en el Laboratorio de Ingeniería de Reactores son de gran utilidad en el quehacer del ingeniero químico, ya que contribuyen a la capacidad de análisis de cualquier problema.