Se parece a mí, pero también soy yo
Tiene un lunar en la parte derecha de la frente
como esa actriz que le gustaba tanto de pequeña de esa película tan rollo
Parece que soy yo, pero también soy yo
Tiene algo raro al caminar,
como si una pierna quisiera avanzar más rápido que la otra,
o al revés.
No sabe hablar sin callarse
se incendia con cualquier cosa que le de en la frente
No soy yo, pero también soy yo
Adivina los finales, se adelanta a los principios, nunca acaba los puzzles
Se sabe de memoria mil canciones y el principio de muchos libros
pero se olvidó después del último examen de la tabla periódica y de la tabla de multiplicar
Desde entonces cuenta con los dedos y se come el magnesio
Se pierde una vez al mes para correr a encontrarse siempre
Y llegar la primera
Y que nadie la salve
Nunca ha dejado de querer sin seguir queriendo
Sabe que de otra forma es imposible
Que los que no quieren mienten
Si la miras de frente puede que la veas transformarse en serpiente
Y luego en un pastel de chocolate con velas
Y te darán ganas de comértela siempre
No soy yo, pero podría ser yo
A veces tiene ganas de correr y corre
A veces se corre
Y a veces se queda
Como yo, aunque también soy yo
Se le olvida compadecer a la gente
A ella todo le suena a chiste
Es una sinvergüenza
Se lleva la contraria siempre
No se fía de los médicos ni de los mosquitos
Le gusta curarse sola
Cuando le duele algo se pregunta a si misma
Y no siempre se responde
A veces se ahoga de noche y guarda un salvavidas debajo de la almohada que una vez casi la mata
Le pasa como a mí,
que nadie sabe si habla en serio o de broma
como si hubiera alguna diferencia
Que no soporta las adivinanzas, a los adivinos y a las de la magia negra
Que van vaticinando finales como sentencias de suerte
Parezco yo, pero también soy yo porque va restando lluvias
Porque duerme al sol
Porque nunca se calla
Porque no medita
Me recuerda a mí
Si no fuera porque
la tengo
delante
juraría
que
de haber sido yo
podría ser
ella.