La XXIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, la primera en la que participa Don Felipe como Rey y que se inaugura mañana lunes en Veracruz, está marcada sin remedio por los terribles acontecimientos de Guerrero del pasado 26 septiembre y las consecuentes manifestaciones ciudadanas, unas pacíficas en pro de la justicia y otras violentas en contra del Estado. Veracruz está, además, en el punto de mira de distintas organizaciones civiles, como Artículo 19, por ser el estado de la República mexicana donde se producen más ataques contra periodistas.
En las protestas no parece haber hecho mella el ambicioso plan de choque anunciado por el presidente Enrique Peña Nieto hace una semana para combatir el crimen, reforzar la seguridad y favorecer el desarrollo de las regiones más atrasadas: el pasado sábado, miles de personas marcharon de nuevo en el Distrito Federal, coreando, entre mueras al gobierno y gritos por justicia, la principal consigna de los familiares de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala: «vivos se los llevaron, vivos los queremos». La protesta coincidió con la confirmación de que entre los restos del cercano basurero de Cocula sí se hallan los restos de uno de los «normalistas», Alexander Mora.
Distante a este clima, el gobierno mexicano no cree que la indignación desencadenada a raíz de los sucesos de Iguala influya en el desarrollo de los actos oficiales. La subsecretaria para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Vanessa Rubio Márquez, afirmó en rueda de prensa que «no tiene por qué afectar a la cumbre de ninguna manera», e incluso aseguró que «esta va a ser una cumbre exitosa», informa Efe. Ante la insistencia de los periodistas, contestó: «Hay avances en la investigación, los recursos del Estado se han puesto para que sigan avanzando, para que se haga justicia, pero también es un momento en el que México quiere hacer hincapié en el fortalecimiento de sus instituciones, pero como cualquier país iberoamericano, democrático, afronta retos que estamos asumiendo».
Clausura de foros
Rubio dijo que «no se tiene previsto hasta el momento» ningún pronunciamiento de los mandatarios iberoamericanos sobre el caso de los 43 estudiantes desaparecidos, pero puntualizó que los jefes de Estado y de Gobierno tienen la potestad de proponer cualquier tema que consideren oportuno. En cuanto a las asistencias, el fin de semana seguía siendo un misterio: «Va a haber representación de los 22 gobiernos iberoamericanos a alto nivel», se limitó a decir la subsecretaria.
La primera de estas reuniones de los Jefes de Estado y de Gobierno de Latinoamérica, España y Portugal se celebró precisamente en México, en la ciudad de Guadalajara, 1990. La cumbre de este año, y que se desarrollará entre lunes y martes, estuvo precedida por varios foros: de la Juventud, Empresarial y de Comunicación. Felipe VI, que llegó el sábado por la noche a Veracruz, clausuró ayer el segundo de estos foros, acompañado del presidente del gobierno, Mariano Rajoy; el presidente de México, Enrique Peña Nieto; la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, y la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan.
(ABC)