A partir de este 1 de enero del 2018, ha entrado en vigor la nueva factura electrónica del SAT versión 3.3, mediante la cual el organismo de la Secretaría de Hacienda pretende agilizar el marco tributario.
El Servicio de Administración Tributaria indicó que los principales cambios son incorporación de un comprobante electrónico de pagos, la estandarización en el registro de información de servicios, productos o unidades de medida, y la identificación por impuestos y descuentos aplicables.
Adrián Guarneros, administrador Central de Servicios al Contribuyente, indicó en un taller ofrecido a los medios de comunicación, que las facturas, único medio de comprobación fiscal, son obligación para todas aquellas personas que reciben un salario, que realicen retenciones de impuestos o quienes paguen nóminas.
Las personas que no han cambiado a la nueva versión de facturación del SAT no podrán realizar deducciones de gastos. Osvaldo Santín, jefe del Sistema de Administración Tributaria indicó, en entrevista para El Financiero, que “si no se migra a la nueva versión, el contribuyente no podrá facturar y no podrá comprobar la operación que haya realizado”.
Este medio, citando datos del SAT, calcula que son entre 3.5 y 4 millones de contribuyentes que emiten facturas cada mes, y que la mitad aún no cuenta con la nueva versión 3.3.