El ex presidente de Odebrecth para América Latina y Angola, Luiz Antonio Mameri, indicó ante la justicia brasileña que él autorizó las transacciones a las dos empresas offshore de Emilio Lozoya Austin con sede en el principado de Mónaco, Latin America Asia Capital Holding y Zecapan, de aproximadamente 10 millones de dólares por las concesiones que Emilio Lozoya Austin autorizó para la compañía brasileña por la construcción de una refinería en Tula, Hidalgo.
Así lo dio a conocer a través de un video difundido por la agencia de investigación Quinto Elemento Lab. Esta entrega se suma a las tres anteriores, en donde dos ejecutivos brasileños indicaron la forma y los montos de los pagos por soborno que hicieron a las cuentas del ex titular de Petróleos Mexicanos.
La audiencia de Mameri se llevó a cabo en diciembre del 2016 ante los fiscales Almir Teubl Sanchez y Thiago Henrique Viegas Lins, en la que renunció a su derecho de silencio y autorizó la grabación con el fin de reducir los años de condena por los delitos de soborno en el expediente 6655, conocido como “Presidente Pémex”.
Mameri indicó que se realizaron los sobornos “…en contrapartida a las acciones realizadas por Emilio Lozoya en el sentido de apoyar a la compañía en las operaciones en México, facilitando de forma general una aproximación con el empresariado local”.
Luis Meneses Weyll, el ex director de Odebrecht en México, gestionó los sobornos y debido a él “…autoricé mediante correos electrónicos encriptados en ese sistema que hoy se denomina My Web Day, que se realizara ese pago. Fue procesado por el equipo de Operaciones Estructuradas”.
A pesar de las declaraciones de tres ejecutivos de la empresa brasileña, el ex titular de Petróleos Mexicanos y miembro del equipo de campaña del entonces candidato a la presidencia de México, Enrique Peña Nieto; Emilio Lozoya ha negado en todo momento las acusaciones en su contra, ha indicado que no tiene vínculos con las empresas Latin America Asia Capital y Zecapan, y ha mencionado que presentará acciones legales contra los empresarios brasileños por daño a su imagen.
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