A finales de 2013 conocíamos uno de los planes franceses para potenciar la movilidad alternativa en sus ciudades.
Este consistían en premiar económicamente a aquellos que utilizarán las bicicleta como medio de transporte para acudir al centro de trabajo. Esta semana las autoridades francesas han dado más detalles de la iniciativa.
Comenzará como un programa experimental que implicará a 20 compañías e instituciones que aglutinan a 10.000 trabajadores. A estos se les ofrecerá la posibilidad mencionada, de ir al trabajo en bicicleta, compensándoles con 25 céntimos de euros por cada kilómetro recorrido (4 céntimos más de lo que se estipulaba en un principio).
El objetivo del proyecto es muy ambicioso: lograr que los viajes al trabajo en bicicleta aumenten del actual 2,4% al 50%. Gran parte de los 170 millones de euros de presupuestos se irán en pagar a los ciclistas-trabajadores. Para alguien que viva a 10 kilómetros de su trabajo, podría suponer un ingreso extra de 1.000 euros al año, que bien estarían invertidos en una bicicleta eléctrica.
Las autoridades no ven esta inversión como un derroche de fondos públicos, sino de una manera de ahorrarse costes sanitarios y elevar la calidad de vida de su población. Lo cierto es que no se trata de algo nuevo, en Bélgica o en los Países Bajos ya se aplican deducciones fiscales por esta práctica, y han logrado aumentar el número de ciclistas trabajadores.
(Con información de Motorpasión Futuro)