El papa Mario Bergoglio hizo un llamado el día de hoy para no volverse indiferentes ante la pobreza propagada a grandes sectores de la sociedad; así mismo criticó la “riqueza descarada” que acumulan unas cuantas manos a través de la explotación hacia otros e ilegalidad, en muchos de los casos.
Con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres, que la iglesia habrá de recordare el próximo 19 de noviembre, el pontífice llamó a atender el problema de la pobreza fuera de toda indiferencia, así como tomar acciones que ayuden a la erradicación de la misma.
Aseguró que las acciones para combatir la pobreza no deben ser únicamente hechos eventuales o repentinas, sino que debe plantearse como un quehacer diario, un modo de vida.
“Estamos llamados, por lo tanto, a tender la mano a los pobres, a encontrarlos, a mirarlos a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que rompe el círculo de soledad. Su mano extendida hacia nosotros es también una llamada a salir de nuestras certezas y comodidades”, afirmó.
Expresó que la riqueza y acumulación no son necesarias para la felicidad pues, asegura, la pobreza, por otro lado, es una actitud del corazón que nos impide considerar a la riqueza como condición indispensable para la felicidad.