Caras largas en el Tribunal Electoral del Estado de México. Sus 4 magistrados están que no los calienta ni el sol por el triunfo de la maestra Delfina y, con ello, la llegada de la austeridad republicana. Entienden que sus posiciones se vuelven insostenibles, la beca ha terminado. Leticia Victoria Tavira, Martha Patricia Tovar Pescado, Víctor Óscar Pasquel Fuentes y Raúl Flores Bernal tendrán que ahuecar el ala y buscar a otros tontos que les paguen casi 200 mil pesos mensuales por casi no hacer nada.
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La pérdida de registro del PRD y del “panalito” de Nueva Alianza Estado de México es beneficiosa para el pueblo mexiquense, que se ahorra más de 100 millones anuales que le costaba mantener a ese par de partiditos buenos para nada. Ni votos ni dinero es la sentencia popular y tendrán que acatarla.
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Omar Ortega debe estar muy triste, se le acabó el negocio de administrar los despojos perredistas, pero sobre todo ya podrá brincar a otro cargo en el Estado de México, al menos bajo las siglas PRD. Ya se veía como diputado federal de representación proporcional el próximo año, pero no, ahora tendrá que empezar a trabajar y ganarse el dinero.
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Todo es culpa de Jarque. Parecería que intentan convertir al secretario de Finanzas en el chivo expiatorio. Ahora resulta que todo lo malo que pueda suceder será por su culpa. Son sus propios compañeritos quienes le señalan con dedo flamígero, quienes lo toman como el payaso de las cachetadas. Jarque está sentado en un barril de pólvora con decenas de pirómanos a su alrededor. Así es el ocaso.
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Al panista Óscar Hernández Meza le ha llegado el agua a los aparejos. Es una de las figuras políticamente más expuestas. Son tantos los expedientes en los que se repite su nombre asociado a sobornos de empresas inmobiliarias que no sorprendería que el alcalde de Calimaya ya esté tramitando amparos que lo protejan. No hay que perderlo de vista.