Policías del Edomex balean a tres jóvenes que les pedían ayuda ante asalto en Naucalpan

Policías del Edomex balean a tres jóvenes que les pedían ayuda ante asalto en Naucalpan
Hugo, Dylan y su primo viajaban a bordo de un vehículo cuando fueron asaltados en calles de Naucalpan; solicitaron ayuda a una patrulla de la Secretaría de Seguridad mexiquense que los persiguió y atacó a balazos

La noche del sábado 28 de noviembre tres jóvenes que viajaban a bordo de un vehículo fueron asaltados en calles del municipio de Naucalpan. Al solicitar ayuda a una patrulla perteneciente a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de México fueron perseguidos y atacados a balazos por los policías estatales, según narraron los afectados en entrevista.

“Salíamos de un salón llamado La Rumba. Nos subimos al carro que dejamos en el estacionamiento cercano, teníamos los vidrios abajo y nos quedamos un momento para poner música. Dos tipos se nos acercaron, me apuntaron con un arma y nos pidieron las carteras, al mismo tiempo nos decían que no volteáramos a verlos”, señaló Dylan, de 20 años de edad quien conducía el vehículo. Como copiloto iba su amigo Hugo, de la misma edad, y en el asiento trasero su primo. 

Uno por uno entregaron sus pertenencias. “Cuando volteo, veo que al tipo se le cae mi cartera; yo ya tenía el carro encendido y simplemente aceleré. Íbamos espantados, muy sacados de onda. Me percaté de que los sujetos subieron a un carro para seguirnos. A unos cien metros adelante se nos apareció una patrulla y comenzó a seguirnos también”.

Dos policías viajaban a bordo de la patrulla. Entre gritos y señas, los jóvenes dijeron a los policías que los acababan de asaltar y ahora los seguían. “Vimos que la patrulla intentaba cerrarnos el paso y al mismo tiempo nos gritaban que nos detuviéramos”. Sin embargo, al ver que la patrulla tipo Sedán no encendía sus luces ni su torreta o sirena, el conductor optó por avanzar y alejarse de la patrulla.

“Cuando traté de espejear vi que ya no venían los dos sujetos del carro que nos asaltaron, ahora solo era la patrulla que nos perseguía al mismo tiempo que intentaba chocarnos. Tomé el puente de la Plaza de San Esteban, rumbo a avenida Río Hondo. Los policías seguían detrás de nosotros sin prender en ningún momento las luces o la torreta”.

Un tope hizo frenar a los jóvenes y “en ese momento se bajó uno de los policías y trató de abrir el carro, se agarró del carro y se escucharon detonaciones, y más nos espantamos. Yo aceleré y como a ocho o diez metros que avanzamos se escucharon más disparos”. Los tres jóvenes se agacharon, pero el copiloto comenzó a sangrar de un brazo, ya que fue impactado con dos balazos. Pese a recibir atención de primeros auxilios, Hugo todavía tiene una ojiva incrustada en su brazo.

Una denuncia casi imposible

Rubén, padre de uno de los jóvenes, dijo que al acudir a denunciar los hechos a la Fiscalía Regional de Naucalpan, la denuncia  no le fue admitida de inmediato. “En el MP de San Bartolo, frente al Palacio Municipal de Naucalpan, nos dijeron que solo atendían actos administrativos. En la Fiscalía nos dijeron que no era de su competencia. Nos mandaron a Toreo y ahí nos dijeron que hasta el día lunes se podía hacer la denuncia. Nos dijeron también que había una línea directa, que me atenderían y me harían un informe que al final tampoco se hizo”.

Fue hasta el día lunes cuando uno de los jóvenes logró interponer una denuncia. Sin embargo, el copiloto que resultó herido tendría que esperar hasta 15 días, dijeron autoridades de Naucalpan sin dar mayor explicación.

“Yo hice todo el levantamiento de casquillo, hice todo el trámite, recorrí todo el lugar y me aseguré de que había suficientes cámaras”, dijo Rubén, quien optó por recolectar los casquillos que encontró todavía tirados en la avenida. “Encontré tres casquillos y un pedazo de ojiva, también una ojiva incrustada en el asiento trasero del carro. El día lunes hice entrega de todo esto porque no había peritos disponibles que se hicieran cargo de hacer este levantamiento”.

En la denuncia pusieron que era abuso de autoridad, en lugar de presunto secuestro o intento de homicidio, porque el coche tiene seis impactos de bala, en los asientos, en las llantas…”

Sin trabajo y con miedo

Tras los hechos, ambos jóvenes perdieron su trabajo y tienen temor a que existan represalias en su contra por denunciar. Hugo, quien viajaba como copiloto, regresó a su pueblo a petición de sus familiares, dejó todas sus pertenencias. Aún tiene una bala incrustada en el brazo que no ha sido extraída por la cercanía a un nervio que podría afectar la movilidad.

“Sus muebles los dejó, lo poco que hizo con su trabajo ya lo perdió en un ratito por los policías”.

Dylan perdió su trabajo, ya que el vehículo que resultó con impactos de balas era prestado de parte de una maderería en la que laboraba. Por temor a verse afectado, su jefe decidió despedirlo.

Hasta ahora tampoco se ha brindado atención psicológica a las personas agredidas por los elementos que viajaban a bordo de la patrulla.

“Ahorita estamos expuestos a que los policías tomen represalias en contra de nosotros por la denuncia que estamos haciendo”, expresó Rubén. “Los policías no tuvieron que accionar sus armas, pudieron pedir apoyo, prender sus luces y su torreta y sirena, algo que no hicieron”.

Los familiares y afectados exigen a las autoridades que se proceda conforme a la ley y que sean resarcidos los daños.

En la sección informativa dirigida a Prensa, de la página de la Secretaría de Seguridad, no se informa sobre algún acontecimiento ocurrido el pasado sábado en el que se haya tenido la intervención de sus elementos en el municipio de Naucalpan.

Una constante, la violación de derechos humanos

Manuel Sánchez, abogado que acompaña el caso, señaló que el abuso de autoridad y la fabricación de delitos es una constante a nivel municipal y estatal en el Estado de México. “La policía actúa de una manera totalmente irregular y la fiscalía lo está convalidando. Urge depurar la policía y el gobernador tiene que atender el problema”, destacó.

“En algunos casos que acompañamos nos toca que están intimidando a testigos y a los familiares de las víctimas y esto hace más grande la problemática”.

Actualmente, la Secretaría de Seguridad del Estado de México está a cargo de Rodrigo Martínez Celis Wogau, quien fue presentado como titular hace dos meses, en lugar de Maribel Cervantes Guerrero.