Presiones de París por Florence Cassez

Una francesa joven y guapa, una banda de secuestradores y una condena que enfrenta a dos países. Mientras los franceses se manifiestan en las calles de París para pedir su liberación, las principales asociaciones de víctimas no quieren ni oír hablar de que Florence Cassez, acusada de cuatro secuestros, posesión de armas y delincuencia organizada, […]

Una francesa joven y guapa, una banda de secuestradores y una condena que enfrenta a dos países. Mientras los franceses se manifiestan en las calles de París para pedir su liberación, las principales asociaciones de víctimas no quieren ni oír hablar de que Florence Cassez, acusada de cuatro secuestros, posesión de armas y delincuencia organizada, pueda cumplir en su país la condena de 60 años de cárcel impuesta por un tribunal mexicano.

Al cumplirse cuatro años de su detención la prensa de uno y otro lado del Atlántico multiplica sus pruebas y argumentos para hablar de una "víctima francesa de la corrupción mexicana" o de una "cruel secuestradora que debe cumplir su condena".

Había llegado en 2003 como turista pero dos años después se quedó a vivir definitivamente cuando empezó a trabajar para un grupo hotelero y comenzó una relación sentimental con Israel Vallarta, integrante de una banda de secuestradores. Poco después llegó su detención. Tenía 34 años y según su abogado "sólo estaba en el lugar menos indicado con la persona menos indicada".

¿Recreación o montaje?

El 9 de diciembre de 2005 la policía de élite mexicana (AFI) entró en una casa del Estado de México, donde había varios secuestrados. Arriesgando su vida la policía diseñó una espectacular operación que con fusiles de asalto en mano, logró sorprender y capturar a una banda de peligrosos delincuentes liberando a tres secuestrados. Así es como se enteraron los mexicanos de que finalmente habían caído Los Zodiacos, una banda que aterrorizaba la zona norte de la capital y que una chica francesa formaba parte del grupo.

Pues bien, semanas después las autoridades reconocieron que en realidad la detención se había producido el día anterior y que se estaba repitiendo todo para que las televisiones tuvieran las imágenes. En un afán de exhibir los logros de la administración de Vicente Fox, la policía reprodujo con los mismos protagonistas, aunque con buena luz y las cámaras ubicadas en los mejores ángulos, la detención de todos los delincuentes. Todo aquel circo organizado para 'Televisa' y 'TV Azteca', marcó desde el principio el proceso. Mientras las víctimas señalan que fue una recreación que no altera el fondo del asunto para los abogados de la francesa se trató de un montaje para dar forma a pruebas falsas y testimonios contradictorios.

 

¿Sarkozy o Calderón?

En marzo de este año el caso de Florence Cassez centró la visita de Nicolas Sarkozy a México. Las presiones para que Sarkozy pudiera salir con la joven bajo el brazo en dirección a Francia fueron enormes. Las gestiones monopolizaron la agenda de los dos mandatarios mientras periódicos de uno y otro país aportaban nuevas pruebas sobre un juicio cargado de lagunas. México resistió las presiones de la diplomacia y la opinión pública francesa pero se creó una Comisión Binacional para analizar si procedía o no que la francesa cumpliera la condena en su país.

Poco después Calderón anunciaba que no sería extraditada a Francia. Las asociaciones de víctimas celebraron la decisión. "No importando su nacionalidad, raza o condición social. La justicia debe ser equitativa para todos. Sólo aplicando la ley sin distingo, tendremos un México más seguro" señaló 'México Unido Contra la delincuencia'.

Con la publicación en noviembre del libro 'Penas mexicanas, Florence Cassez, Jacinta, Ignacio y los otros', del periodista galo Alain Devalpo, el gobierno francés anunció que no descartaba demandar al gobierno federal de Felipe Calderón ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya por fabricación de pruebas.

¿Víctimas o secuestradores?

Este martes el ministerio de exteriores francés anunció que las autoridades de su país tienen "nuevos elementos" para pensar que Florence Cassez no tuvo un juicio justo. "Nuevos elementos nos hacen dudar de que Florence Cassez se benefició de un juicio justo y de que la defensa pudo preservar todos sus derechos", dijo el portavoz de la cancillería francesa, Bernard Valero.

Para Agustín Acosta, abogado de Florence Cassez, "en el juicio hubo inconsistencias y se armó un montaje mediático y jurídico". Florence no es identificada en un primer momento por sus presuntas víctimas. "Hay un cambio radical en las declaraciones de los testigos que se da unos días después de que en un programa de televisión se descubra que la detención fue un montaje. Fueron detenidos 24 horas antes y después se preparó un montaje mediático y jurídico".

Por su parte, en verano de 2008, Cristina Ríos Valladares, la mujer secuestrada por Los Zodiaco junto a su marido y su hijo de 11 años envió a todos los periódicos mexicanos una estremecedora carta en la que identificaba plenamente a la francesa:

(…)Florence Cassez, la misma mujer cuya voz escuché innumerables ocasiones durante mi cautiverio… la misma voz de origen francés que me taladra hasta hoy los oídos, la misma voz que mi hijo reconoce como la de la mujer que le sacó sangre para enviarsela a mi esposo junto a una oreja que le harían creer que pertenecía al niño. Ahora escucho que Florence clama justicia y defiende su inocencia.

Y yo en sus gritos escucho la voz de la mujer que, celosa e iracunda, gritó a Israel Vallarta, su novio y líder de la banda, que si volvía a meterse conmigo (entró sorpresivamente al cuarto y vio cómo me vejaba) se desquitaría en mi persona. Florence narra el 'calvario' de la cárcel, pero desde el penal ve a su familia, hace llamadas telefónicas, concede entrevistas de prensa y no teme cada segundo por su vida. No detallaré lo que es el verdadero infierno, es decir, el secuestro (…)

Ni mi familia ni yo tenemos ánimo ni fuerzas para hacer una campaña mediática, diplomática y política (como la que ella y su familia están realizando) para lograr que el gobierno francés y la prensa nacional e internacional escuchen la otra versión, es decir, las palabras de las víctimas de la banda a la que pertenece la señora Cassez.

Precedentes y suspicacias

Aunque el tema ha vuelto a la actualidad gracias a la concentración del martes en París, la publicación el mes pasado del libro 'Penas mexicanas, Florence Cassez, Jacinta, Ignacio y los otros', de los periodistas franceses Alain Devalpo y Anne Vigna volvió a poner el tema en la palestra gracias a un minucioso análisis del sumario.

"Dedicamos meses a ese trabajo. Fue arduo, pero descubrimos testimonios contradictorios, pistas de investigación y testigos deliberadamente ignorados por las autoridades judiciales; elementos que permiten pensar que la policía presionó a los testigos. Nos dimos cuenta de que ciertos documentos habían desaparecido, entre otros la filmación completa, sin montaje, de la 'detención en vivo' de Cassez e Israel Vallarta" explican los autores del libro al semanario mexicano 'Proceso'.

Pero según los autores del libro hay que enmarcar el caso de Cassez "en el contexto político y judicial que vive el país" y en la guerra contra la delincuencia emprendida por el gobierno de Calderón. Los autores dedican una parte importante del libro a hablar de los casos de Ignacio del Valle, dirigente de San Salvador Atenco y de la indígena Jacinta Marcial. "Son casos con muchas similitudes. Además de haber ocurrido en 2006, en los tres hubo montajes mediáticos, fabricación de pruebas y el uso de la figura del secuestro" explica Vigna.

En el caso de Jacinta, fue detenida en agosto de 2006 en un mercadillo de Queretaro acusada de secuestrar a seis policías de élite. Un secuestro inverosímil para todos excepto para un juez mexicano que la condenó a 20 años de cárcel hasta que la presión nacional e internacional demostró su inocencia y logró su liberación. "Nos pareció importante explicar al público francés que el caso de Cassez no es el único. No es un error judicial. es una manipulación" dice Devalpo, otro de los autores del libro.

Coincidiendo con la visita de Sarkozy, el tema apareció en marzo en todos los medios de comunicación del país galo. Ahora que se cumplen cuatro años de su detención y aparecen nuevas evidencias de irregularidades en el juicio, el asunto vuelve de nuevo a la actualidad de uno y otro país.

 

(El Mundo de España)