Presos del penal de Tenango del Valle personifican el viacrucis de Jesús

Salvador representó a Jesús de Nazareth, figura religiosa que lo ha acompañado el tiempo que lleva en prisión

Uno de los patios centrales del penal de Tenango del Valle se convirtió en el escenario para que un grupo de 45 internos representara el viacrucis de la pasión de Jesús.

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Este año, Salvador representó a Jesús de Nazareth, figura religiosa que lo ha acompañado el tiempo que lleva en prisión.

“Pará mí ha sido una gran oportunidad ya que me he venido preparando emocional y físicamente durante bastante tiempo. Me han apoyado bastante las áreas para poder seguir adelante y ser una mejor persona.”

Con su túnica blanca, cabello largo y el rostro un tanto cansado, Salvador recordó su viacrucis en la vida real, que llegó después de que un día tomó una mala decisión.

“Para mí Jesús es lo más grande que hay, es el que partió el tiempo del antes y después y me ha enseñado la humildad ante todo y no rendirme ante nada”.

Por más de una hora, las Personas Privadas de la Libertad (PPL) recrearon las escenas de la última cena, la oración del huerto de los olivos, la aprehensión, la traición de judas y la crucifixión.

Otros personajes del viacrucis de Jesús

Erick, también fue parte de la Pasión de Cristo. Él representó a Judas y al igual que el personaje que representó, Erick se arrepiente de lo que hizo. “Realmente para mí es algo especial porque te sales de la rutina del momento y solo vives el aquí y el ahora”.

“Son cosas independientes a lo que representa la semana, pero en mi caso en el papel que estoy representando pues si es el arrepentimiento”.

María también estuvo presente. Esta vez fue representada por Alejandro, quien lleva cinco años en la cárcel. Para él fue un reto enorme porque es uno de los personajes más importantes después de Jesús.

Es algo que le da tranquilidad a mi persona. Quise hacerlo porque María es la madre de Dios, aparte de la tradición que tenemos”.

Una vez concluido el viacrucis, se escucho el sonido de las guitarras y al mismo tiempo con los brazos levantados el cántico del padre nuestro.