Punta Mita, Litibú y Costa Canuva, el paraíso VIP de Peña y sus amigos

Durante su administración como presidente de la República, acudía a ese paraíso de privacidad, casi siempre acompañado por su familia.

El gobierno de Enrique Peña Nieto destinó recursos económicos y legales
para preservar y ampliar Punta Mita, Litibú y Costa Canuva, destinos turísticos de la Riviera Nayarit que se convirtieron en paraísos privados de empresarios cercanos al ex mandatario.

De acuerdo con una investigación del portal EME EQUIS, el llamado territorio VIP de la Riviera Nayarit consta de 23 kilómetros de playas donde se construyeron desarrollos turístico-inmobiliarios, dirigidos expresamente al turismo extranjero de altos ingresos: villas, campos de golf, plazuelas comerciales con tiendas selectas, restaurantes, hoteles y fincas, donde el hospedaje cuesta hasta medio millón de pesos por noche, rodeados de muros, rejas, mallas y garitas que los resguardan del mundo exterior.

Dicha investigación revela que los tres desarrollos se establecieron en tierras que pertenecían al Fideicomiso Bahía de Banderas (FIBBA), formado con ejidos expropiados en los 70s y 80s del siglo pasado.

Los gobiernos priístas y panistas, desde tiempos de Carlos Salinas de Gortari y hasta el cierre de la gestión de Enrique Peña Nieto, dotaron de infraestructura carretera, urbana, eléctrica e hidráulica a la región, y después transfirieron tres reservas territoriales a inversionistas privados: Punta Mita por venta directa, Litibú mediante lotificación y venta controlada por el gobierno federal, y Costa Canuva bajo el esquema de fideicomiso irrevocable.

Peña Nieto operó políticamente para obtener las aprobaciones legislativas de donación de tierras, controló resistencias comunales y orientó la derrama de beneficios hacia los amigos que cultivó a lo largo de su carrera política, algunos de los cuales fueron su compañeros de juego en esos campos de golf.

La investigación pone como ejemplo la extensión hasta 2030 de la concesión ambiental de un estero que sirve de coartada para impedir el acceso público a las playas de la península de Punta Mita, propiedad de Fernando Senderos, presidente de Grupo Desc, quien formó parte del Consejo Mexiquense de Infraestructura creado por Peña Nieto durante su gobierno en el Estado de México.

Considerado por Peña Nieto como su segunda casa, apostó por la construcción de vialidades como la carretera Compostela – Las Varas, cuya constucción fue asignada en 2016 por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) a Mota-Engil México, empresa que a su vez es principal beneficiaria de la vialidad, pues ésta conecta con el acceso a Costa Canuva o la supercarretera libre Cruz de Huanacaxtle – Punta Mita, que costó 300 millones de pesos, provenientes de un crédito bancario obtenido por el gobierno de Nayarit.

Durante su administración como presidente de la República, Peña Nieto, acudía a ese paraíso de privacidad, casi siempre acompañado por su familia. Ahí se hallaba cuando en Ciudad de México ocurrió la explosión en la Torre de Pemex, en enero de 2013. En 2014 también visitaba esa península cuando ocurrió la desaparición de normalistas en Iguala, el 26 de septiembre.

El St. Regis Punta Mita era de los alojamientos preferidos de Peña.

La investigación completa se puede leer en:Los paraísos privados de los amigos de Peña Nieto. Operación Punta Mita.