Reconoce UAEM a Leopoldo Flores

En el marco del 50 aniversario de Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma del Estado de México, el rector Jorge Olvera García entregó un reconocimiento al artista plástico y Doctor Honoris Causa por la institución, Leopoldo Flores Valdés, “por el valioso legado al patrimonio cultural de la humanidad que constituye Aratmósfera, obra plástica plasmada en […]

En el marco del 50 aniversario de Ciudad Universitaria de la Universidad Autónoma del Estado de México, el rector Jorge Olvera García entregó un reconocimiento al artista plástico y Doctor Honoris Causa por la institución, Leopoldo Flores Valdés, “por el valioso legado al patrimonio cultural de la humanidad que constituye Aratmósfera, obra plástica plasmada en el Cerro de Coatepec y el graderío del Estadio Universitario “Alberto ‘Chivo’ Córdova”.

Al inaugurar la Exposición Aratmósfera, abierta al público en la Galería Universitaria “Fernando Cano” del Edificio de Rectoría, hasta el próximo 17 de diciembre, y que muestra la historia gráfica de la creación de este mural, Olvera García señaló que a cinco décadas del nacimiento de Ciudad Universitaria, es imposible concebirla fuera del Cerro de Coatepec y sin la obra plástica realizada por el autor del Cosmovitral de la capital mexiquense.

En su oportunidad, Leopoldo Flores agradeció a la Máxima Casa de Estudios de la entidad el homenaje y reconocimiento a su esfuerzo y trabajo, al que se sumó la generación a la que pertenece.

Agradeció a la Autónoma mexiquense la presentación de esta selección fotográfica de Aratmósfera, en el marco de los cincuenta años de Ciudad Universitaria, exposición que es motivo de interés de la sociedad en general, por su estética visual, pero también porque es producto de un recuento documental de su proceso de vida.

El rector expresó que las manifestaciones artísticas no se excluyen de este proceso dinámico de incorporación y progresión en la vida de Ciudad Universitaria; esta área de la Universidad ha sido receptáculo de obras de artistas ligados a su historia y sin duda, la imagen de una de ellas (Aratmósfera) está grabada en la memoria de todos.

Durante el recorrido por la muestra se explicó que fue en 1973 cuando  Leopoldo Flores y sus colaboradores, Héctor Sumano y Marko Tourlay, iniciaron las gestiones para pintar, bajo el concepto de “Arte Atmosférico”, un espacio aproximado de 20 mil metros en el Cerro de Coatepec, cuya idea fue emplear como soporte la materia plástica incorporada al paisaje.

Aratmósfera encontró su referente en el movimiento de promoción cultural llamado “Arte Abierto”, caracterizado por transformar los espacios urbanos en galerías vivas y abiertas para todos.

Su proceso fue innovador en el campo de las artes visuales en México; en esta obra quedó inscrito el trabajo de la colectividad, como objeto de acción artística, en el que grupos conformados por niños, jóvenes y adultos de ambos sexos participaron espontáneamente, para su realización.